La subasta para achatarrar el carguero ruso abandonado en el Puerto recibe diez ofertas

El precio de salida para quedarse con el carguero es de 849.403 euros, una cifra muy inferior a la de la primera subasta, cuando se pretendía vender por 3,8 millones de euros para que continuara activo. Ahora el objetivo es su achatarramiento.

En la subasta, que comenzará a las doce del mediodía, el presidente de la mesa (el director de la Autoridad Portuaria) en primer lugar enumerará las proposiciones admitidas y las rechazadas, explicando la causa de su inadmisión. Si los participantes han hecho una propuesta económica ya por escrito en ese momento también pueden renunciar a ella para pasar a la modalidad de puja en viva voz. Si no renunciasen, se abrirán y leerán las ofertas, no obstante, si alguno de los licitadores mantuviese su oferta por escrito también podrá mejorarla durante la puja.

En caso de que no hubiese ofertas por el precio establecido en la primera convocatoria de 849.403 euros, se dará inicio, tal y como contemplan las bases que regulan esta subasta, a la segunda convocatoria por 721.992,55 euros; de suceder lo mismo, se pasará a la tercera, cuyo valor de salida se ha establecido en 613.693,66 euros. Y la última oportunidad de la subasta parte de un precio de salida en la puja de 521.639,61 euros.

A pesar de la importante deuda que la propiedad del 'Severnaya' ha contraído con el Puerto de Avilés en los últimos dos años, si finalmente se consigue vender el buque en la nueva subasta, los ingresos no irán directamente a las arcas de la Autoridad Portuaria, sino que tendrán que ser depositados en el juzgado de lo Mercantil de Gijón en el que se ha instruido la causa contra el armador, la empresa rusa Shipping, por impagos contraídos que han ido creciendo en estos años. Entre los acreedores se pueden encontrar los de los propios trabajadores, que abandonaron el barco a comienzos de este año después de llevar unos meses sin recibir dinero del armador.

Según los datos facilitados al consejo de administración por el presidente del Puerto, Santiago Rodríguez Vega, la conservación del carguero en condiciones de seguridad amarrado en el muelle de Valliniello obliga al desembolso de 644.000 euros en dos años, ya provisionados, y a ellos se suman otros 333.618 euros, también incluidos en las cuentas del año pasado, que corresponderían a las tasas que debía el armador al Puerto hasta que el barco pasó a ser propiedad del Estado y que, dada la situación actual, ya no se prevé que puedan ingresarse.

El 'Servernaya Zemlya', un granelero que tiene diez años y 181 metros de eslora y 15.868 toneladas de arqueo, arribó a Avilés el 17 de mayo de 2018 procedente de Riga (Letonia), con 15.760 toneladas de carbón que descargó en el muelle de Raíces. Unos días después, el juzgado de lo Mercantil dictó una orden de retención en puerto por un impago 200.000 euros de combustible en Gibraltar.

Durante meses el Puerto esperó una solución, sin que esta llegase, lo que obligó a abrir un expediente de abandono que finalizó con la subasta que quedó desierta el pasado mes de enero. En ese momento, la Autoridad Portuaria ya comenzó a estudiar la posibilidad de cambiar las condiciones para deshacerse de un barco que ya ha tenido su repercusión en las cuentas del puerto.

Por otro lado, el presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, mantuvo ayer una reunión con el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, en la que hizo un repaso de la situación actual del puerto con una caída de la actividad producida por la crisis sanitaria y las inversiones que tiene en marcha valoradas en más de cinco millones de euros y que afectan tanto a los muelles de la margen derecha como los de la margen izquierda de la ría, así como a la propia sede de la Autoridad Portuaria de Avilés.