«Me siento orgullosa de ser de una ciudad como Avilés, donde se mima tanto la cultura y la música»

La pianista se abrió en canal ante el público del auditorio y habló de algunos recuerdos «sencillos e íntimos» que aún conserva de su infancia en Avilés. Repasó sus años en el colegio de El Quirinal, las actividades extraescolares a las que iba acompañada por sus «güelos» y, por supuesto, sus primeros años en el Conservatorio Municipal Julián Orbón.

«Entré en el conservatorio casi por azar y en aquel momento no podíamos sospechar que el día que lo pisé por primera vez cambiaria mi vida para siempre. Un mundo fascinante se abrió ante mí», confesó Rodiles, que recordó con afecto y gratitud a muchos de sus profesores, en especial al exdirector Chema Martínez y al gran Gonzalo Casielles. «Aún recuerdo esas clases de solfeo que para muchos podían ser un suplicio, pero para los afortunados que disfrutamos y aprendimos con nuestro maestro, Gonzalo Casielles, fueron un gran aprendizaje».

La pregonera compartió con las presentes anécdotas de su maestro «como cuando estando en clase sonaba un claxon en la calle y Casielles reproducía la nota exacta con el piano y a mí yo de 8 años se le abrían los ojos como platos. Por eso me hace especial ilusión que este acto sea en su memoria, porque muchos músicos estamos en deuda con él», confesó la pianista.

Su discurso también sirvió para agradecer al Ayuntamiento de Avilés y a numerosas asociaciones y colectivos locales su apuesta por el Conservatorio Municipal y otras representaciones culturales. «Me siento orgullosa de ser de una ciudad como Avilés donde se mima tanto la cultura y la música. Ha sido un año devastador con mucho sufrimiento en el ámbito personal y laboral, pero uno de los recursos que más ha ayudado a la gente a sobrellevar esta situación ha sido la cultura. La pandemia ha demostrado que la cultura no es algo accesorio y prescindible, es algo fundamental», defendió Rodiles, que cerró su pregón enalteciendo sus raíces. «¡Puxa la música, puxa la cultura y puxa Avilés!».

Concierto en honor a Casielles

A continuación, Noelia Rodiles, al piano, acompañada a la trompeta por el músico avilesino Gabriel Menéndez, interpretaron tres obras compuestas por Casielles, del que ambos fueron alumnos en el conservatorio Julián Orbón: 'Es imposible', 'Dile a la Concha Artedo' y 'A Pedro Menéndez de Avilés'.

Tras esta primera parte intervino Cristina Casielles, hija del músico nacido en Piloña pero un avilesino más, que agradeció emocionada el homenaje. El acto continuó con la actuación de la Agrupación Polifónica Centro Asturiano de Avilés y concluyó con un solo de piano de la propia Noelia Rodiles.

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