Instalaciones de Sekurit en Avilés en una imagen de archivo. MARIETA

Saint-Gobain Sekurit afronta un incremento del coste energético de un 47% y ausencia de pedidos

La división de auto de la compañía cierra, por primera vez, un ejercicio en números rojos y termina la aplicación del expediente de regulación

FERNANDO DEL BUSTO

AVILÉS.

Jueves, 10 de marzo 2022, 01:05

Saint-Gobain Sekurit afronta un primer semestre de este año 2022 realmente complicado, con toda la plantilla en la fábrica una vez finalizado el expediente de regulación temporal de empleo y con todos los elementos en contra. Como todas las empresas españolas, sufre el ... incremento de los costes energéticos. El consumo de energía no alcanza la magnitud de las empresas electrointensivas, pero es una variable que se ha desbocado con el aumento del precio de la electricidad. La electricidad es fundamental en el funcionamiento de la fábrica de Sekurit, ya que alimenta sus hornos y equipos. El pasado febrero, en una reunión con el comité de empresa, la dirección avanzó que los costes energéticos habían aumentado un 47%, por lo que prácticamente se comían todos los márgenes.

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Las cifras se presentaron antes de la invasión de Ucrania, por lo que la situación no ha mejorado nada, sino todo lo contrario.

A ello se unen las complicaciones de su mercado, el del automóvil, que no termina de repuntar. Las previsiones más optimistas hablan de una recuperación de la actividad en el segundo semestre, pero se formulaban a finales de 2021, cuando no se vivía un escenario bélico como el actual y se pensaba que la crisis de suministros (especialmente microchips) se solucionaría más rápidamente.

El escenario adverso se completa con las cuentas de 2021. Por primera vez en Sekurit ha presentado números rojos después de que en 2020 cerrase con unos beneficios de seis millones de euros, según información facilitada por el director de Sekurit en España en una carta a todos los trabajadores.

Internamente, Saint-Gobain divide las contabilidades y resultados de sus dos líneas en Avilés: Sekurit y Glass (actualmente en una situación mucho mejor, aunque tampoco para alegrías excesivas). Aunque ante la administración y la tributación, Saint-Gobain es una única compañía, de cara a su gestión interna y procesos negociadores los resultados se segregan.

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Tensiones en la plantilla por la dinámica sindical

La actual situación de Saint-Gobain se atraviesa en un momento en el que existe en la plantilla un importante malestar hacia la dinámica del comité de empresa. En los grupos de trabajadores, los comentarios hacia los responsables de los sindicatos no son especialmente favorables. Con palabras más o menos gruesas se les reprocha defender antes intereses personales y de su organización antes que al colectivo.

Uno de los detonantes fue el conflicto por los contratos relevo. En su momento, la dirección rechazó seguir aplicándolos. En el comité se acordó acudir a la vía judicial, lo que provocó que dos trabajadores pleiteasen en la sala de lo social, ganando su derecho. Sin embargo, cuando llegó el momento de un dirigente de SOMA-FIA-UGT, el sindicato defendió en el comité acudir a la presión sindical, incluso aunque, por edad, otras personas debían haberse prejubilado antes.

El debate interno en el comité llegó a la plantilla, más aún cuando esa persona logró su prejubilación. Pero las críticas también afectan a otras organizaciones, como CSI, a la que reprochan organizar movilizaciones para apoyar temas de su interés para luego, posteriormente, callar ante cuestiones que afectan a la fábrica, o a Comisiones Obreras, donde la plantilla se queja del deterioro en el nivel de los líderes sindicales. Es decir, el ambiente está revuelto.

En este contexto, la dirección ha tratado de negociar con el comité de empresa un cambio en la aplicación del convenio colectivo, donde se fijaba una subida salarial del IPC. Con un índice del 6,5 por ciento en diciembre y con el escenario descrito, la dirección planteó la necesidad de modular esa aplicación para no aumentar las tensiones. El comité declinó tal posibilidad y reclamó el cumplimiento del convenio, tal como se encontraba firmado, lo que implicaba aplicar la subida de la inflación y consolidarla en las tablas salariales, con el efecto negativo para los resultados de la planta.

Más aún cuando la inflación también repercute en los proveedores, que suben sus precios. De esta manera, la planta de La Maruca ve reducida su competitividad, lo que representa un lastre dentro de la estructura de Saint-Gobain, donde las diferentes plantas compiten entre sí para la adjudicación de los nuevos modelos, que se asignan a las que ofrecen una mayor rentabilidad.

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Meses complicados

En este escenario, Sekurit afronta unos meses complicados, en el que su equipo directivo busca la forma de que la situación económica no afecte a las cuentas de una manera muy negativa. De momento, se descartan otro tipo de medidas. A preguntas de este diario, Saint-Gobain rechaza que se esté barajando volver a recurrir a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para amortiguar los efectos negativos de este año.

La clave pasa por una recuperación y consolidación del sector del automóvil en España en los próximos meses, control de la inflación y reducción de los precios de la energía. De no ser así, la empresa volvería a encontrarse en el mismo escenario en el que ya planteó un ERTE en el pasado. Ahora mismo, la posición oficial de la empresa es rechazar esa posibilidad, aunque no sería de extrañar que se aplicasen medidas de este tipo si la situación económica general sigue deteriorándose.

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