Saint-Gobain convoca al comité intercentros para informar del futuro de su actividad

La convocatoria se ha producido después de abrirse la negociación del convenio colectivo, un acuerdo que este año se plantea especialmente complejo al tiempo que crucial para la continuidad de la compañía a medio plazo en España y en Avilés, donde encuentra su principal centro de producción de Sekurit.

Los tres sindicatos avilesinos se mostraron prudentes ante la convocatoria. Desde Comisiones Obreras, Jesús Moro defendió esperar a la información que presente la empresa y, a partir de ahí, poder realizar valoraciones. «Hacer un análisis previo es populismo barato y un flaco favor a los trabajadores», declaró.

Desde el SOMA-FIA-UGT, Luis Riobello también optó por aguardar a conocer los contenidos de la reunión mientras que desde la Corriente Sindical de Izquierdas aseguran que no «esperan nada bueno» y si se anuncian medidas contra los trabajadores se opondrán.

Ello no evita que todo el mundo asuma que la reunión de esta semana no será para escuchar cosas agradables. El menor problema es la distancia existente entre sindicatos y dirección a la hora de hablar de subidas salariales.

Los primeros reclaman mantener el poder adquisitivo, pero con los niveles actuales de inflación esa propuesta resulta inadmisible para los gestores.

El meollo de la cuestión se encuentra en la definición del futuro de Saint-Gobain donde las plantas de Sekurit se encuentran en una encrucijada. Los datos ya fueron facilitados a lo sindicatos europeos a principios de mayo en la reunión del diálogo social interno que, periódicamente, mantienen los altos directivos europeos con los representantes de los trabajadores.

El mensaje fue claro y no dejó lugar a dudas. Su análisis es que el negocio del automóvil ha cambiado y, por ello, como fabricantes de componentes para ese sector, deben adaptarse a esa transformación en un escenario de gran complejidad como el actual.

¿Cómo? La dirección europea no facilitó (o si lo hizo no trascendió) una hoja de ruta. Tan sólo avanzó que en Saint-Gobain sólo se mantendrán los emplazamientos rentables, con capacidad de resistir a los cambios y una amplia capacidad de respuesta a las demandas del mercado. Los centros de producción que mejor respondan y ofrezcan beneficios recibirán las necesarias inversiones para seguir en esa línea. Los que no, serán condenados al cierre.

Además, si el escenario mundial no fuese lo suficientemente complicado con la crisis logística, escasez de materias primas y semiconductores, incertidumbres por la guerra de Ucrania y evolución de la epidemia de la covid, accionistas de referencia dentro de Saint-Gobain han comenzado a plantear la necesidad de salir del negocio del automóvil para centrarse en aquellas partes de la actividad más rentables.

Así que, como empresa privada que es, a la división de Sekurit le corresponde hacer los deberes de manera rápida. En buena lógica, la reunión de esta semana deberá ir enfocada en esa línea.

Más aún cuando los primeros competidores de la planta de Sekurit de Avilés no son las empresas externas, sino el resto de emplazamientos europeos Saint-Gobain.

La situación del mercado de Glass es, actualmente, buena, con un mercado en alza y ofreciendo beneficios. Internamente, se cuentan en Saint-Gobain como dos plantas independientes, pero las turbulencias en una instalación vecina nunca son una buena compañía.

De esta manera, lo esperable en la reunión de esta semana es que la dirección describa de la situación de las plantas españolas, donde Saint-Gobain ha ido cerrando instalaciones que no eran rentables, como en Portugal, y se avance en la estrategia que consideran oportuna para asegurar la continuidad de la actividad.

En la primera reunión del convenio, la dirección de Saint-Gobain ya avanzó algunos de los temas que considera necesario afrontar, como analizar los aspectos que generan rigidez en la gestión y también reducir costes laborales abordando aspectos sociales que recoge el convenio, lo que genera el rechazo sindical.

O sea, un tema complejo y difícil de abordar, pero del que es inevitable hablar si se quiere pensar en el futuro de la empresa.