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RUTH ARIAS
AVILÉS.
Lunes, 29 de junio 2020, 00:38
Tras una época complicada por el parón de la actividad hostelera durante el confinamiento, la actividad en la rula de Avilés y, sobre todo, su movimiento económico, ha comenzado a coger ritmo con la desescalada y la apertura progresiva de los restaurantes. Tan es así ... que el último mes de mayo ha sido el de mayor facturación de la última década, con un total de 1.955 toneladas de pescado rulado y unos ingresos de 3,45 millones, lo que supone medio millón de euros más que el mes anterior y un millón en comparación con mayo del año pasado.
La responsabilidad es principalmente del bocarte, una especie que en los años precedentes apenas había aparecido en Avilés pero que este año lo ha hecho en cantidad, con 892 toneladas y una facturación de 1,27 millones de euros, a un precio medio de 1,43 euros, en la media de otros años.
La que continúa con los precios a la baja es la merluza, la principal especie de la rula avilesina y que el año pasado representó un 45% de los ingresos. El precio medio en mayo descendió hasta los 2,36 euros, cuando en abril había sido de 3,23 euros y hace un año había alcanzado los 3,42. La merluza representó este último mes de mayo menos kilos y también menos ingresos que el bocarte.
A pesar del crecimiento, resulta significativo que el precio medio del total de pescado rulado en Avilés en mayo haya sido de 1,7 euros. Un año antes la media había alcanzado los 3,08 euros, y en 2018 los 2,5. Aunque esas cifras dependen en gran medida de las especies que se rulen en cada momento, la merma es importante y solo un aumento tan importante de la cantidad de pescado rulado, que supone más de un millón de kilos más que en mayo del año pasado, logra que la facturación global haya sido tan positiva.
Desde que se decretase el estado de alarma y se iniciara el confinamiento, el precio del pescado ha sufrido enormes fluctuaciones. Algunas especies como el besugo, el mero o el rey, más propias de la hostelería que de la cocina casera, dejaron de demandarse y, como consecuencia, redujeron su precio de forma drástica. Por contra, otros más asequibles para los bolsillos de los consumidores, lograron mantenerse o incluso cotizar al alza.
En esta época del año, la xarda supone una parte importante de los ingresos, pero mientras en abril se superaron las 1.125 toneladas y los 1,1 millones de ingresos, en mayo solo se desembarcaron en Avilés 97.000 kilos de esta especie con los que no se alcanzaron los 175.000 euros de facturación, con un precio medio, eso sí, de 1,80 euros y notablemente más elevado que el del mes anterior, cuando se había quedado en una media muy inferior de 1,06 euros.
El cierre de este mes de junio ya contabilizará las primeras capturas de bonito del norte, una de las pesquerías que tradicionalmente resultan más rentables en la rula avilesina y la segunda en importancia por detrás de la merluza en cuanto a facturación, por lo que la previsión es que sea un mes bueno en global para los ingresos del sector y de la propia lonja.
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