La rula de Avilés se prepara para recibir los últimos boniteros

De esta manera se concluye una costera que se cerró en la medianoche del pasado lunes, según el anuncio realizado la semana pasada por el Ministerio de Agricultura y Pesca. Así, los barcos que se encontraban en plena marea pudieron alargarla hasta la medianoche del domingo al del lunes, momento desde el que quedó prohibido la realización de más capturas de bonito del norte ('thunnus alalunga'), en una medida que también afecta a la pesca deportiva.

El anuncio de cierre se emitió una vez alcanzado el 90% de las capturas. Si con los registros de estos días no se cubre toda la cuota asignada a la flota española, el excedente se trasladará a las capturas del próximo año.

Concluye de esta manera la que ya es la costera del bonito más corta de la historia, ya que llegó hasta el 16 de agosto cuando el pasado año se había alargado hasta el día 19, cuando, tradicionalmente, las últimas mareas del bonito salían a finales de septiembre o principios de octubre.

La costera del bonito comenzó el pasado 31 de mayo con el 'campanu' del norte, que alcanzó el precio de 350,60 euros. Las previsiones eran que fuese más larga que en campañas anteriores, puesto que este año se había incrementado la cuota hasta alcanzar las 17.257 toneladas. Sin embargo, ha sido todo lo contrario ya que la proximidad de los cardúmenes a la costa ha facilitado la tarea de la flota.

Hasta el pasado mes de junio, la rula avilesina fue el principal puerto bonitero de Asturias ya que en ella se descargaron 211.455 kilos de los 324.055 que se desembarcaron en el total de los puertos asturianos. Además, Avilés ofreció un rendimiento ligeramente mejor a los pescadores, ya que su precio medio fue de 6,60 euros el kilo frente al 6,31 en el conjunto de la región.

La importancia económica de esta pesquería se demuestra porque el pasado junio, el bonito representó el 30,78% del valor de las especies desembarcadas en Avilés.

Una vez cerrada esta costera, la merluza recobrará su protagonismo en las descargas en la rula avilesina, con la excepción de alguna bocartada ocasional que pudiese entrar todavía. Después de las costeras de la xarda y el bonito, la actividad pesquera regresa a la dinámica habitual a la espera de la tradicional temporada de Navidad, cuando las celebraciones de esas fechas provocan el alza de los precios en la mayoría de las especies.