Rubén Marín asume la dirección de explotación del puerto de Valencia

Rubén Marín Gallego (Vigo, 1976) llegó a Avilés en 2013 desde la Autoridad Portuaria de Vigo, donde era responsable de explotación con la categoría de subdirector, para asumir la vacante dejada por el cese de Miguel Villalobos como director en 2012 por diferencias de criterio con el entonces presidente de la Autoridad Portuaria, Raimundo Abando.

A lo largo de estos seis años y medio, Rubén Marín ha desarrollado una gran labor en la gestión portuaria, especialmente en el proceso de digitalización. De hecho, el pasado diciembre presentaba la puesta en marcha del 'Smart Port Avilés' como una de sus grandes aportaciones a la historia portuaria de la ciudad.

Las características del puerto avilesino limitan su crecimiento físico, que se encuentra ya diseñado perfectamente desde la época de Antonio Navarro como director del puerto. Por esa manera, el esfuerzo de Rubén Marín se centró en mejorar la gestión interna de la Autoridad Portuaria y llevarla a los cánones del siglo XXI, además de tener que superar situaciones complicadas como la declaración de impacto medio ambiental del dragado del puerto.

La sostenibilidad ambiental del puerto fue otra de sus preocupaciones, impulsando el 'dragado verde', donde el puerto de Avilés fue pionero en España. Pero, sobre todo, se esforzó por mejorar la calidad del aire. En este tiempo, se pusieron en marcha diferentes medidas para reducir la polución por materia en suspensión, logrando que se redujesen los registros en la estación del Matadero a los niveles más bajos de la serie histórica.

De carácter abierto y conciliador, su visión de la gestión del puerto le permitió generar alianzas con los diferentes operadores portuarios con el objetivo de mejorar el servicio del puerto avilesino y sentar las bases para un crecimiento sostenible en función de la marcha de la economía. Con Santiago Rodríguez Vega como presidente ha formado un equipo compenetrado, sólido y eficaz.

Además de sus virtudes profesionales, Rubén Marín se ha ganado el cariño de muchos avilesinos en el plano personal. A lo largo de este tiempo en Avilés, Marín y su familia se han encardinado plenamente en la sociedad avilesina.

Su traslado al puerto de Valencia ha sorprendido a muchos, si bien el año pasado, en diferentes conversaciones, el propio Marín dejaba caer que «no iba a estar toda la vida en Avilés». Lo cierto es que su llegada a la capital del Turia representa un salto sustancial en su carrera profesional, una oportunidad que resulta difícil de desaprovechar, y evidencia el acierto que fue en su momento su incorporación a la Autoridad Portuaria de Avilés.

Y es que Valencia se encuentra entre los más importantes puertos del sistema portuario español, siendo el primero de España en volumen de negocio y el quinto de Europa.

Como director de explotación, deberá hacer frente a unas instalaciones con una superficie de 5.603.186 metros cuadrados, tres terminales de contenedores, (en Avilés no hay) y los tráficos rondan los 64 millones de toneladas anuales, cuando en Avilés se mantienen en cinco millones de toneladas.