Los robos con fuerza en domicilios y negocios de Avilés se incrementan hasta un 41%

Si se saliera a la calle a preguntar, los avilesinos convendrían, sin necesidad de cotejar la estadística oficial, que efectivamente hay más delitos, pero no porque el ciudadano de a pie sienta una mayor inseguridad cuando sale por la ciudad sino por la oleada de robos en establecimientos que golpeó con fuerza entre finales del año pasado y principios de este y que, conforme ha avanzado el año, sin tanta intensidad, ha seguido alterando la tranquilidad de los propietarios de negocios. Sin ir más lejos, a mediados de mes tuvo lugar un 'alcantarillazo' para robar en una tienda de electricidad en Versalles o, la semana pasada, cuando el busto de Dacal en Llaranes fue sustraído, aunque estos dos robos entrarán en la estadística del tercer trimestre del año, a la espera de los datos de septiembre para cerrarse.

Así, con la provisionalidad propia de algo que está en continuo movimiento, de enero a junio se produjeron 307 hurtos, que es el delito más numeroso seguramente porque quienes lo cometen, la mayoría de las veces al despiste, saben que el reproche penal es poco importante sobre todo si el valor de lo sustraído es inferior a 400 euros. Los hurtos no solo son numerosos sino que aumentan casi un 5% respecto al mismo periodo del año anterior.

Respecto a los robos con violencia e intimidación, se denunciaron 19 frente a los 33 perpetrados en domicilios aplicando la fuerza y los 63 en establecimientos y otras instalaciones. Este último delito es, junto el de las agresiones sexuales, la categoría que más crece en la estadística, un 41,2%.

Diferente es la sustracción de un vehículo, que cuenta en la estadística con epígrafe propio: se denunciaron once.

Se registra también un número elevado de estafas informáticas y otros ciberdelitos. Sobre esta modalidad de delincuencia lleva años advirtiendo la Policía Nacional. La excesiva confianza del ciudadano y el desconocimiento de un entorno (el virtual) relativamente novedoso han creado el caldo de cultivo perfecto para robar dinero a través de compras falsas o facilitando las claves de la cuenta bancaria bajo engaño, entre otras modalidades.

Sin embargo, algo debe haber calado de las advertencias policiales y de los talleres de alfabetización digital que desde las administraciones públicas se vienen impartiendo sin descanso porque la cibercriminalidad ha caído casi un 4% respecto al año pasado. Eso sí, hay que distinguir las estafas informáticas, que se anotan una buena caída, y otros ciberdelitos, como el ciberacoso o la suplantación de identidad, entre otros, que por el contrario, crecen un 67%. Puede parecer un porcentaje muy elevado, pero conviene aclarar que partía de un número bajo.

Al igual que ocurre con los delitos a través de internet, también aumentan los cometidos contra la libertad sexual. Los profesionales que trabajan con víctimas de abusos y agresión sexual aseguran que se debe a que se denuncia más porque hay más concienciación, aunque también matizan que a pesar de la educación que se lleva a cabo desde la infancia se siguen produciendo agresiones que no deberían tener cabida en una sociedad que aspira a la igualdad y el respeto entre sexos. En los seis primeros meses del año se denunciaron diez delitos contra la libertad sexual, de los cuales dos fueron agresiones con penetración.

Por último, se contabilizaron nueve delitos relacionados con el tráfico de drogas y el resto de criminalidad convencional ascendió a 511 incidentes. Por ello, en el cómputo global el número total de infracciones penales, esas que llegan hasta los juzgados, fue de 1.203.

Es Avilés una ciudad segura. Lo dicen los datos y se encargan de recordarlo tanto los responsables municipales como los policiales cuando algún suceso solivianta los ánimos generales. Hay robos, estafas y otra serie de delitos pero no es, en general, una ciudad violenta. No hay secuestros y tampoco homicidios dolosos o asesinatos, sin embargo sí llama la atención en la estadística elaborada por el Ministerio del Interior un caso de asesinato en grado de tentativa en este primer semestre.

Fue la agresión que tuvo lugar sábado 27 de julio cuando dos vecinos de Avilés, de 21 y 31 años, fueron detenidos por la Policía Local por presuntos delitos de lesiones, amenazas, atentado y tentativa de homicidio. El suceso se originó a las 8.30 horas tras una discusión en la avenida de San Agustín en la que los implicados se agredieron mutuamente, empleando incluso un arma blanca con la que no dudaron en amenazar a quienes intentaron mediar en la pelea.

Los vecinos de esa calle se quejan habitualmente de las riñas y tumultos que se producen muchos fines de semana a primera hora de la mañana tras una noche de ocio nocturno que concluye en un bar de la zona.

Cabe señalar que esta es la calificación que atribuye la policía a expensas de que la instrucción judicial la concrete.

El año pasado se produjeron dos homicidios o asesinatos en grado de tentativa. Uno de ellos, y así llegó a ser tipificado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº5, aunque luego no se pudo juzgar a la presunta autora porque falleció en el hospital, fue el intento de homicidio de una madre que se lanzó por la ventana con su hija en brazos desde un quinto piso del número 38 de la avenida de Los Telares.

Ocurrió a principios de julio y el desencadenante habría sido el nuevo régimen de visitas a la menor, que otorgaba al padre más días. La madre no habría podido asumir una decisión que llegaba tras años de denuncias y problemas legales entre ambos. Una tensión que se trasladaba al resto de la familia.

Tanto la madre como la hija ingresaron ese mismo día en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) con heridas muy graves. El hecho de haber impactado primero contra el techo de un coche amortiguó el alcance de las lesiones que, no obstante, acabaron resultado mortales para la mujer, pero no para su hija.