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El Puerto de Avilés se reivindica como elemento diferencial para el futuro terreno industrial de baterías

Hasta entonces, toca promocionar el futuro área industrial y ayer se hizo en un foro nacional celebrado en la Autoridad Portuaria: el VII Congreso Nacional de Áreas Industriales, organizado por la Confederación Española de Áreas Empresariales (CEDAES), que reunió a más de 220 profesionales del sector industrial y en el que se guardó un minuto de silencio por la tragedia provocada por la Dana en Valencia y en alguna otra localidad del Mediterráneo. En ese momento, unos asistentes valencianos sacaron una bandera de la comunidad y la extendieron sobre el acrónimo de CEDAES que, en grandes letras, presidía el escenario.

Repuestos de la emoción, Rodríguez Vega señaló que el Puerto de Avilés es «el lugar ideal para hablar de espacios empresariales» no solo por «la capacidad que hemos tenido en los últimos años para ir adaptándonos a los cambios y a las nuevas necesidades y a todo lo que ha ocurrido en la actividad económica, empresarial e industrial de Asturias y más en concreto en la comarca de Avilés» sino también porque «el puerto tiene una labor de aportarle valor añadido a los espacios empresariales e industriales de nuestro entorno». E insistió: «Lo diferencial respecto a un suelo industrial en otra zona de Asturias es precisamente la proximidad al puerto y en el puerto tenemos capacidad para desarrollar y atender las necesidades de la industria en su faceta logística».

Más de un año después de que se tirara la primera de las chimeneas de baterías, los trabajos en la zona continúan, aunque se confía en que se cumplan los últimos plazos facilitados y se puedan empezar a comercializar los terrenos a finales de año. Francisco Blanco, presidente de SEPIDES, señaló que «todas las obras siguen en marcha y no hay cambios sobre los plazos». Por tanto, su presencia ayer en la inauguración del congreso era para presentar la rehabilitación de un antiguo terreno industrial contaminado en uno adaptado a las necesidades de las empresas de hoy en día. «Lo que estamos haciendo en los antiguos terrenos de baterías yo creo que de alguna manera es emblemático porque permite la recuperación de un espacio muy degradado, con una inversión muy fuerte en descontaminación», describió.

Justificó que se lleve más de un año trabajando porque «es un proceso muy complicado». «Todo el desmantelamiento y derribo de las instalaciones requería muchos elementos de seguridad, fue por el medio la COVID, lo cual retrasó también, ahora hay un proceso de descontaminación cuyo propio diseño exige docenas de sondeos, de cómo van a ser los vertidos,... Además se ha mezclado con una recalificación urbanística, que también ha ido exigiendo el cumplimiento de determinados hitos», enumeró.

Avaló el valor añadido que aporta a esos terrenos la cercanía al puerto, por lo que aventuró «una demanda elevada que nos permitirán seguir atrayendo industria para Avilés». La alcaldesa Mariví Monteserín, como en ocasiones anteriores, confirmó que había empresas que ya se habían interesado, pero que por discreción no podía avanzar nada más. Sin embargo sí quiso compartir qué era lo que valoraban: «La proximidad al puerto, la formación que hay en la comarca, el ecosistema industrial y todo lo que tiene que ver con el conocimiento y desarrollo de I+D+i de materiales y de tecnología y digitalización».