Uno de los clientes del día de ayer compara ofertas de productos en un punto de venta de la feria, en La Magdalena. OMAR ANTUÑA

El público responde en la segunda jornada de la nueva feria de Avilés

Los comerciantes piden potenciar la publicidad en futuras ediciones, mientras los clientes aplauden la variedad de stands y la seguridad

BORJA PINO

AVILÉS.

Domingo, 27 de septiembre 2020, 00:40

Los comienzos nunca son sencillos, tal como reza el dicho. Y así quedó demostrado ayer, en la primera jornada a plena potencia de la I Feria de Muestras del Comercio y los Servicios de Avilés. Tras la escasa afluencia de público del viernes, día de su inauguración, y los discretos resultados obtenidos en la mañana de ayer, durante la tarde fueron cientos los curiosos que acudieron a visitar los 132 puntos de venta. Con un tope máximo de asistentes fijado en 500 personas, fuentes de la Cámara de Comercio aseguraron que, sólo durante la tarde, se alcanzó el 80% de las previsiones iniciales.

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Entre los más madrugadores estuvieron la joven Dahysa Acevedo y su pareja, Ayose López, llegados desde Gijón y sorprendidos por el bajo aforo matutino. «Está mucho más vacía que ferias similares; otras veces, no se puede ni caminar», reconocía la primera. Con todo, a su lado López aplaudía el mérito económico de la iniciativa. «Son tiendas de barrio, de toda la vida, y eso hay que ponerlo en valor».

No obstante, en su opinión, más allá del miedo al coronavirus, el verdadero problema a atajar es la insuficiente publicidad. «Si no llega a ser por una tienda en la que entré, no me hubiese enterado de esto; no lo he visto anunciado en ninguna parte».

Dicho punto de vista es compartido por la mayoría de los comerciantes, y el juicio de Simón Iglesias, del puesto de artículos de segunda mano Cash Now, lo resume. «Ha faltado publicidad; se autorizó demasiado tarde, y apenas ha habido tiempo para promocionarla», argumentaba. Sin embargo, también es optimista, pues «el espacio es perfecto, aquí no te puedes contagiar, y eso se sabe. Creo que, al final, haremos buenos números».

Para los gijoneses Manuel Sánchez y Teresa Hernando, la feria es un soplo de aire fresco. Valoran que «se hagan cosas así, que nos ayudan a los mayores a salir de casa». Y es que, tras los meses de confinamiento, para Sánchez es «entretenido tener una razón para venir, ver gente, gastar un poquito... Da alegría, y ayuda a la economía». El temor al contagio no es una opción. «Aquí me siento segura. Hay gel, mucho espacio, todo el mundo lleva mascarilla... No creo que pueda pasar nada», concluye Hernando.

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Lidiar con el miedo será la cruzada durante el día de hoy, último de la feria, aunque la visitante Lucía Grande lo tiene claro. «Es normal preocuparte por el virus, pero vale la pena venir. Hay buenas ofertas y se reactiva el comercio, en esta época de ERTE y destrucción de empleos».

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