«Hoy le profeso amor eterno a Avilés»

Con la elegancia y el porte propios de toda una 'chica Almodóvar', Rossy de Palma compareció en el escenario de la plaza de España vestida con un imponente traje tradicional asturiano, creado ex profeso por el diseñador Kos Menéndez en su taller de Pillarno.

Rossy de Palma demostró desde el primer momento su afecto a la ciudad de su infancia y de sus amores. «Casi me han vestido como a una novia y hoy me caso con Avilés, estoy preparada para profesarle mi amor eterno a esta ciudad», confesó la actriz antes de iniciar la lectura de uno de los pregones más multitudinarios que se recuerdan.

La actriz comenzó explicando a los avilesinos cómo se fraguó su elección como pregonera de las fiestas de El Bollo. «En 2019, por estas fechas, aún no podíamos festejar porque estábamos confinados y yo compartí en las redes una foto de mi infancia vestida de asturiana para felicitar El Bollo. Entonces me propusieron desde el Ayuntamiento de Avilés que fuese la pregonera cuando fuese posible reunirnos y aquí estoy, contenta y agradecida».

Rossy de Palma es natural como la vida misma. Su imaginación e inventiva son dignas de los mejores intérpretes, pero ayer sucumbió a las emociones de regresar a «mi casa». La actriz improvisó casi todas las palabras de su discurso, notablemente emocionada y recordando en todo momento a sus padres avilesinos: Carmen la de Llano Ponte y Pedro el de La Carrionina.

«Tengo Avilés dentro de mí a fuego y si algo me caracteriza es esa osadía que va con el ADN avilesino», confesó la actriz, que agradeció el hecho de «poder decir que vengo de una estirpe de muyeres avilesinas tremendas que se echaban el mundo por montera». Y es que ya se lo decía su padre desde pequeña, «fía, yes tremenda», y Rossy de Palma reconoce que «siempre me lo creí».

La pregonera aprovechó para recordar anécdotas de infancia ligadas con la comarca, como «aquellas visitas a San Balandrán con mi tía en las que tomábamos leche recién ordeñada» o «ese olor de Ensidesa que llevamos metido en la pituitaria».

También confesó pequeños detalles de su familia que no se conocían hasta ahora. Por ejemplo, «yo soy una fía del café Colón, que es donde mis padres se conocieron», por eso Rossy de Palma celebró enterarse de los proyectos de rehabilitación que hay para la histórica cafetería.

Repitió en infinidad de ocasiones palabras de agradecimiento a sus padres, «todos los veranos cruzábamos el charco y atravesábamos el puerto para venir a Avilés». Pero tampoco se quiso olvidar del resto de su familia, como sus hermanos David y Peter o su hijo Gabriel, que ayer acompañaron a la artista, vestidos también de asturianos.

Eso sí, Rossy de Palma guardó un espacio muy especial en su discurso para su abuela Lula, otra «gran muyer avilesina». Recordó entonces la pregonera un poema que la escribió a su abuela con solo 6 años y que le recitaba cuando esta echaba de menos el Avilés de sus amores. «Paisajes verdes, montañas grises, gotas frescas de lluvias tristes. Olor a heno, olor a vaques, échote en falta lejana tierra de mi añoranza».

El pregón lo cerró con esas bonitas palabras de niñez. También quiso la pregonera atreverse a escanciar un 'culín' de sidra frente al público. Después sonó el himno de Asturias en la plaza del Parche, interpretado por la Banda de Gaitas Villa de Avilés como marca la tradición, un momento solemne que hizo que a Rossy de Palma se le saltasen las lágrimas de emoción. Así es Avilés y así de emocionante es sentirse avilesino y más en las fiestas de El Bollo.

El público se rindió a su pregonera con ovaciones y aplausos que Rossy de Palma devolvió a sus paisanos. «El año que viene espero volver y teneros más cerca, quiero hablar con todos los avilesinos y que me contéis historias de antes», reconoció la pregonera, que se despidió al grito de «¡os quiero muchos a todos, muchas gracias!».

Tras el pregón tuvo lugar una pequeña intervención de la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín. «Qué alegría poder volver a celebrar nuestras fiestas de El Bollo, no hay una mejor forma de suavizar las dificultades que hemos vivido que celebrar una fiesta tan especial como esta, que hace del entendimiento y la convivencia un motivo de festividad».

Agradeció la regidora la presencia de Rossy de Palma, «viene de una estirpe de muyeres asturianas tremendonas, de las que se siente muy orgullosa, es todo un ejemplo de crecimiento personal y de inteligencia para convertir sus capacidades en grandes fortalezas».

Después de la lectura del pregón se presentó públicamente a la Xana, la Xanina y las damas de honor de las fiestas de El Bollo de este año. Las elegidas recibieron un ramo de flores, posaron para una foto de familia con la propia Rossy de Palma en el escenario de la plaza de España y después hicieron sonar el chupinazo, que entonces sí, marcó el inicio oficial de las fiestas y dio comienzo al tan esperado desfile de carrozas.