El primer bonito de la temporada alcanza un precio de récord en Avilés

Nuevo récord en la subasta del primer bonito de la temporada en la Rula de Avilés con los mismos protagonistas de los últimos años. A 350,60 euros el kilo pagó ayer la cadena de supermercados Alimerka la primera tina, veinte más que el año pasado. Capturado a cien millas al norte de la isla de San Miguel, capital de las Azores, por los barcos asturianos 'Esmeralda Tercero' y 'Berriz Amatxo', de Oviñana, y un vizcaíno de Bermeo, 'Goienkale', fueron unos cien kilos que donó a las cocinas económicas de Oviedo y Gijón y a la Asociación Mierense de la Cocina Solidaria (Amicos). Como también es habitual, los 35.000 euros obtenidos por el 'campanu' se repartirán entre los tres barcos. Fidel Álvarez Garaot, patrón del 'Esmeralda Tercero', confirmaba que «si no es por esto, a nosotros no nos compensa echarnos a la mar».

Manifestó también su esperanza en que se mantengan los precios porque con «el inconveniente del COVID-19, el precio medio (del pescado) está cayendo en las pesquerías». Confesó que esperaba un buen precio medio de arranque en este 2020 y recordó que el año pasado fue alto (17 euros el kilo), pero solo habían traído 6.679,50 kilos entre los tres barcos. Respecto a la duración de la costera, se propuso «aprovechar los tres meses de campaña» puesto que el año pasado se cerró a finales de agosto.

El resto de los 9.950 kilos comprados por Alimerka, a 12,20, a 12,65 y a 9,06 euros el kilo, los pondrá a la venta en sus establecimientos. «Es una tradición que tiene casi veintidós años, solo fallamos uno» y aunque el «precio medio no es interesante porque no es comercial», según reconoció el responsable de pescadería de la cadena, Armando Prendes, se pondrá hoy a la venta a un precio «asequible».

El precio medio de los 18.000 kilos descargados ayer se situó en quince euros el bonito grande; diez, el recortado (mediano) y cinco, el mono (pequeño), mientras la bonita se pagó a seis euros el kilo.

En la primera subasta de la campaña en el Cantábrico con el coronavirus como telón de fondo, la cancha presentaba un aspecto inusual con la mitad de los asientos anulados y una exhaustiva limpieza de barandillas, asientos y soportes que duró hasta minutos antes del comienzo de la puja, a las seis y media de la mañana. Pero el virus no alteró un guion que parecía escrito de antemano. Adquirir el primer bonito asegura una gran publicidad principalmente a un comprador que en tiempos de incertidumbre reafirma con esta compra su compromiso con el producto local.

El 'Esmeralda Tercero', el 'Berriz Amatxo' y el 'Goienkale' partieron el pasado 12 rumbo a aguas portuguesas en busca del preciado túnido, que avistaron tras cinco días de navegación y otros cinco de búsqueda. Los dos pesqueros asturianos protagonizaron la última subasta de la lonja de Avilés durante la campaña de 2019, el lunes 2 de septiembre, con la subasta de 22.600 kilos. La costera de bonito del pasado año anotó en Avilés 1.643.488, a 3,96 euros el kilo.

Ayer mismo por la tarde volvían a zarpar con la confianza de encontrar los cardúmenes de túnidos algo más arriba y sabiendo que este año «el pescado es más grande de lo que suele ser en estas fechas». «Esta es la primera vez, y yo llevo haciendo el 'campanu' toda la vida, que se pesca bonito grande en estas fechas, esperemos que sea porque entra con más fuerza y de mejor calidad», afirmó el patrón, convertido en portavoz de las tres embarcaciones.