Un futuro calculado para ser líder en Europa

La entrada de Triton Partners tardaba en cerrarse un año, después de superar los diferentes trámites de competencia y las comprobaciones habituales en este tipo de operaciones. Es decir, que cuando se van a cumplir dos años de su incorporación al accionariado, Triton Partners ha demostrado con hechos la fidelidad a los valores y a la misión que se marca.

Y es que Fertiberia se encuentra liderando uno de los proyectos más ambiciosos de descarbonización de la industria española, una propuesta que llevará a la empresa española a un liderazgo europeo con unos beneficios directos para las instalaciones de Trasona que se orientan a convertirse en el mayor centro europeo de producción de fertilizantes ecológicos gracias al proyecto HyDeal, donde une sus fuerzas a las empresas DH2 Energy, ArcelorMittal y Enagás, para avanzar en la descarbonización.

Actualmente, Fertiberia es una de las empresas que menos contamina en su sector. Si la Unión Europea ha fijado para 2035 la obligatoriedad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de las empresas a la mitad, las instalaciones de Trasona ya se encuentran en el 90%. Sin embargo, Javier Goñi, presidente de Fertiberia, ha fijado para ese año el objetivo de cero emisiones en el conjunto del grupo.

En ese camino, no solo se alcanzará la eliminación de gases de efecto invernadero; también se eliminará la huella de carbono. Es decir, no existirá rastro de emisión de dióxido de carbono en todo el proceso productivo.

Para alcanzar ese objetivo, la clave es el citado HyDeal, que permitirá a Fertiberia dar un salto en Trasona que supondrá doblar su producción. La iniciativa se constituyó en noviembre del año pasado y, actualmente, se encuentra en fase de desarrollo y financiación. Dentro de tres años, deberá contar con 9,5 gigawatios de capacidad total instalada.

El hidrógeno que se utilizará se generará a través de energía solar que se instalarán en León y regiones de Castilla. De esa manera su origen será completamente verde, sin emisiones contaminantes.

Llegará por una red de hidroductos (que se basará en los actuales gasoductos) y, una vez en la planta de Trasona tendrá capacidad para producir amoníaco verde, tanto como materia prima (la otra es el nitrógeno) como fuente de energía. De esta manera, la planta de Corvera se convertirá en una instalación cero emisiones, totalmente verde.

Además, se necesitarán grandes volúmenes para que el proyecto sea totalmente eficiente. De esta manera, se entiende la lógica de ampliar la producción de fertilizantes. El mercado ya demanda productos sin huella de carbono y los agricultores de Europa saben que disponer de estos productos no solo será una ventaja competitiva, sino que será lo que asegure su supervivencia.

Las previsiones de Fertiberia supondrán aumentar las exportaciones de manera significativa. Actualmente, la exportación de abonos provoca la salida de unos sesenta barcos por el puerto de Avilés. Dinamarca, Alemania, Irlanda, Países Bajos, Grecia, Reino Unido, Chile y Colombia son sus principales mercados internacionales, pero la demanda no deja de crecer.

Con el crecimiento proyectado, l as previsiones de Fertiberia son las de llegar a los 156 barcos anuales cuando la ampliación se encuentre ya a pleno rendimiento.

La nueva planta de amoniaco verde aún se encuentra en fase de desarrollo, por lo que no han trascendido ni las cifras de inversión ni la creación de empleo. Pero supondrá un cambio en el paradigma de la empresa.

Lo más sencillo de entender es que se dejarán de recibir buques de amoníaco. En todo caso, se podrá vender amoniaco verde en el mercado, con la ventaja que implica disponer de la infraestructura para la expedición. Desde Fertiberia únicamente se reclama al puerto la posibilidad de utilizar muelles de más calado por las exigencias del mercado.

De forma paralela el amoniaco tendrá una repercusión en la navegación. El transporte marítimo de mercancías es uno de los sectores que ha encontrado en el amoníaco la panacea a sus necesidades de descarbonización.

Ya se desarrollan los primeros motores con el amoniaco como combustible y la tendencia apunta a que irá a más.

De esta manera, el amoniaco verde no solo se utilizará para los fertilizantes, también se podrá vender como combustible, incluso no es descartable que el puerto de Avilés se convierta en un punto de venta. ¿Nos acostumbraremos a leer el término amoniaquera en el futuro?

Lo veremos, pero no cabe duda que Triton Partners ha situado a Fertiberia como una de las empresas de la comarca con mejores perspectivas de futuro y con la clara vocación de convertirse en uno de los líderes europeos de su sector y de ámbitos de la economía que comienzan a crearse con la descarbonización.

De momento, entre el próximo mes de septiembre y octubre deberá inaugurar la segunda línea de nitrosulfatos demostrando que Fertiberia mira al futuro con los pies bien puestos sobre el presente.