El año que viene, Jesús Alberto González (Burgos, 1956) cumplirá diez años al frente de la planta de Fertiberia en Trasona. Hombre de la casa, le toca pilotar uno de esos momentos ilusionantes, en los que el emplazamiento de Trasona dispone de la oportunidad de ... convertirse en uno de los mayores centros de producción de fertilizantes de Europa y con cero emisiones. Un camino que no se puede entender sin la historia de Fertiberia, que nos ayuda a conocer.
–Usted estudió ingeniería de Minas. ¿Cómo llega a trabajar en Fertiberia?
–Yo empecé en Hunosa, en el pozo San Jorge y Santiago. Hacía labores de prevención. Tenía a diario casi una hora de trayecto hasta Moreda. Era una carretera muy mala, no había autopista. Y entonces me dediqué a buscar trabajo por Avilés.
–¿Y entonces entró en Fertiberia?
–No, me dediqué a dar clase dos años en las Doroteas. Posiblemente la mejor época de mi vida. Hasta que salió la posibilidad de entrar aquí.
–¿Ya era Fertiberia?
–No. Era Enfersa, en 1988. Como buen ingeniero de minas comencé a trabajar un 4 de diciembre, en Santa Bárbara.
–O sea, que conoció la parte final de la empresa pública.
–Me duró poco la sensación de estar en una empresa pública. Enseguida nos privatizaron, en 1989.
–¿Cómo vivió ese proceso?
–Me pilló muy centrado en conocer la parte técnica de la empresa. Fue una época convulsa. Fue peor la venta de 1992. Hubo un expediente de regulación de empleo. Estábamos en el Grupo Torras-Kio. Se produjo una suspensión de pagos y estuvimos seis meses sin cobrar. Fue una época convulsa, con constantes huelgas.
EMPLEO
«Se va a desarrollar una industria que aún no conocemos y exigirá mucha mano de obra del metal»
–Fue cuando se produjo la entrada del Grupo Villar Mir.
–Sí. El sector se encontraba muy atomizado, sin regular. Al Grupo Villar Mir le correspondió organizarlo todo, cerrar lo que estaba mal y poner orden. Se saneó el sector sin despidos.
–También fue una época de inversiones en Avilés.
–Sí, dejamos de fabricar NPK y comenzamos a producir nitrosulfatos, que es nuestro producto estrella en la actualidad. En 2009 hicimos la gran inversión para reducir los gases de efecto invernadero, con una disminución del noventa por ciento. La Unión Europea fijó el compromiso de reducir las emisiones a la mitad para 2035. En todo el grupo nos encontramos al 63% y aquí, al 90%. Nuestro presidente, Javier Goñi, ha fijado el objetivo de ser la primera empresa del sector en Europea sin emisiones de gases de efecto invernadero para 2035. Para ello tenemos que afrontar inversiones importantes que ya están comprometidas.
–¿Transformación y crecimiento?
–Claro. Ya que cambias la planta no la haces para la misma producción. La FAO pide que aumentemos el cincuenta por ciento la producción de fertilizantes para atender las necesidades de alimentación de la población. Y nosotros nos planteamos aumentar el cien por cien.
–Estos proyectos se presentan al año de la entrada del Fondo Triton. Se rumoreaba que el Grupo Villar Mir iba a vender Fertiberia, ¿se esperaba a Triton Partners?
–Si te digo la verdad, no. Sabíamos que había es interés en la venta y que Fertibería interesaba a compradores del sector. Cuando la dirección nos anunció que se había sido Triton Partners tuvimos una sensación de sorpresa e incertidumbre, pero duró poco.
–¿Cómo se despejó?
–En octubre, siempre escribimos una carta a los Reyes Magos. Es el plan de inversiones para el año siguiente. Cuando vimos que el plan se concedía totalmente vimos que tenía buena pinta. Y luego por la forma de trabajar. Pasas por diferentes comités y ves que te riñen por no cumplir los planes de inversiones que tenías. No era a lo que estábamos acostumbrados. Vimos que había exigencia para desarrollar todo nuestro potencial y desaparecieron las incertidumbres.
–¿Y ese potencial les puede llevar a ser líderes europeos?
–Nuestro presidente,Javier Goñi, lo ha anunciado. Nosotros queremos ser líderes europeos en la nutrición vegetal verde. Para eso hemos empezado todo nuestros proyectos de hidrógeno verde.
AMONIACO VERDE
«Lo fabricaremos para consumirlo y para venderlo como combustible marino desde el puerto»
–¿Qué aportará a Fertiberia el uso del hidrógeno verde?
–Queremos que la huella de carbono en todos nuestros productos sea cero. Es el futuro. No hay otra. Para ello ya hemos empezado el proyecto de hidrógeno en Puertollano y estamos en los dos más importantes que hay en Europa: en Suecia y el Hydeal, aquí en Asturias. Las fábricas de Sagunto y Palos también tienen proyectos. Es el camino para liderar la nutrición verde en Europa. No hay otra.
–Proyectan el uso del amoniaco verde como combustible para el sector marítimo. ¿Será una realidad a corto plazo o existe una incertidumbre grande?
–El hidrógeno es la segunda molécula más abundante en la tierra después del nitrógeno. El hidrógeno tiene energía propia. Junto con el nitrógeno es uno de los dos componentes del amoniaco y tiene la gran versatilidad de que te ayuda en los procesos energéticos a gran temperatura, como es el acero, y te sirve para descarbonizar transportes que hasta ahora pensábamos que no se podían descarbonizar, como es el marítimo, el aéreo o el pesado por carretera. Pensábamos que podíamos electrificar un coche porque su batería es pequeña, pero no lo veníamos con un buque o un avión por su tamaño. En cambio, con motores, bien de hidrógeno, bien de amoniaco, sí se puede. De hecho, Man, que es la empresa que fabrica la mitad de los motores de los grandes buques, ya fabrica motores para usar amoniaco como combustible. Y hace tres semanas ya voló un avión de pasajeros usando amoniaco como combustible. No estamos hablando de ensoñaciones.
–O sea que no sería descartable que Fertiberia vendiese amoniaco verde en el puerto de Avilés.
–No. Es uno de los objetivos de la llegada de Hydeal es fabricar amoniaco verde con dos usos. Uno es para consumirlo en Corvera para hacer fertilizantes verdes. Y otro para venderlo como combustible marino. El puerto sería la gasolinera.
TRITON PARTNERS
«La venta fue una sorpresa, pero vimos que había exigencia para desarrollar nuestro potencial»
–¿Qué sectores auxiliares se desarrollarán con el crecimiento de Fertiberia?
–Habrá una industria que aún no conocemos. Será toda la industria ligada a los electrolizadores. Es una industria que no conocemos y que exigirá mucha mano de obra del metal, tanto directa como tuberos o soldadores, como mano de obra de constructores. Aparecerán operadores nuevos y sus formadores. Todo eso irá con la digitalización, que se incorpora de manera progresiva a la industria. Ayudará mucho a que la otra industria crezca.
–¿Será muy complicado que los centros de formación preparen a estos nuevos profesionales?
–No. Aparecerá alguna asignatura nueva, pero básicamente es lo que tenemos. Asturias está muy ligada a su industria y, con ella, los centros de formación profesional y la Universidad. Básicamente sería fortalecer esas ramas. Desde luego, todo lo que esté ligado a la digitalización, al big data, a la inteligencia artificial habrá que fortalecerlo, pero la parte mecánica es la que tenemos, aunque haya que reformar y fortalecer algunos aspectos.
«El premio de LA VOZ nos fuerza y anima a seguir trabajando»
–En los últimos años, Fertiberia cada vez refuerza más los patrocinios deportivos.
–Otras industrias de la comarca colaboran más que nosotros, aunque tal vez no lo publiciten tanto. Nos gustaría hacer más. En el pasado, tuvimos situaciones económicas malas y no podíamos hacerlo. Ahora que estamos sacando algo de cabeza nos gusta apoyar a las sociedades deportivas de la comarca. Siempre nos gusta ir al deporte base y nos encanta estar con el piragüismo de la Atlética, con el voley femenino de Corvera o patrocinios individuales.
–¿Cómo reciben el galardón de LA VOZ DE AVILÉS?
–No estamos acostumbrados a este tipo de reconocimientos. La compañía tiene, a lo largo de su historia, reconocimientos profesionales, pero no de este tipo. Nos da fuerza y nos anima a seguir trabajando. No lo cambiaría ni por la última Champions.
–Y eso que usted es del Liverpool.
–Precisamente por eso. Los del Liverpool sabemos que está bien ganar una Champions, pero lo más importante es salir a jugar y que tu gente esté a tu lado, animando y cantando a tu equipo. El premio de LA VOZ es ese canto de tu ciudad, de tu gente y te da fuerzas para seguir trabajando en beneficio de la comunidad y de la ciudad.
–Recogerá el premio en representación de la planta de Trasona. En momentos duros, como en la muerte de Hugo Suárez, se les vio unidos como una familia. ¿Se atreve a describir al equipo?
–Como ha dicho, somos una familia luchadora por su puesto de trabajo y con el ansía de crear nuevos puestos de trabajo; es muy exigente en seguridad, y es el algo que nos gusta porque está en nuestros valores. Y hay un fuerte compañerismo y cuando uno tiene un problema, siempre hay un compañero que lo apoya. Lo vimos cuando pasó la desgracia de Hugo que cuando alguien pasaba un momento malo, siempre estaba un compañero cerca.