Borrar
Los jugadores del Pasek Belenos celebran en el Muro de Zaro el ascenso a la máxima categoría en un año histórico Marieta
Belenos Rugby Club. Más de dos décadas de crecimiento
PREMIOS LA VOZ | DEPORTES

Belenos Rugby Club. Más de dos décadas de crecimiento

Ambición. Lo que empezó siendo un grupo de amigos que solo querían hacer deporte se ha convertido en una referencia nacional que la próxima temporada competirá en la élite

Santy Menor

Avilés

Jueves, 23 de junio 2022, 13:48

Veinticuatro años de trabajo, esfuerzo, ambición y apuesta por llevar a Avilés a otro nivel a través del deporte le han valido al Belenos Rugby Club el Premio LA VOZ DE AVILÉS 2022, recogiendo el testigo de José Antonio Suárez 'Pepete', el entrenador de atletismo más laureado de nuestra ciudad. El club presidido por Felipe Blanco cumplirá en 2023 25 años, pero el galardón se ha adelantado unos meses de forma más que merecida cuando culminan el ascenso, por primera ven la historia, a División de Honor, la máxima categoría del rugby en España.

Detrás de este logro, inimaginable hace apenas dos años, hay más de otras tantas décadas de amor por el rugby, por el deporte y también por la ciudad de Avilés, en cuyo corazón el Belenos se ha hecho un hueco. Resulta imposible hablar de la historia del club sin citar a la Asociación Atlética Avilesina, institución que se puede considerar como el embrión del Belenos.

La sección de rugby de la Atlética fue el embrión del club, fundado en 1998

Tras varios años dentro del organigrama de la entidad polideportiva, los componentes de la Atlética pertenecientes a la sección de rugby y algunas personas vinculadas al deporte del oval en la comarca se reunieron en asamblea el 8 de febrero de 1998 para decidir su futuro, de tal manera que, por mayoría absoluta, se constituyó un nuevo club para así tener mayor capacidad de acción y decisión.

La sección de rugby de la Atlética, el embrión.

Con el equipo desterrado del Román Suárez Puerta, los entrenamientos se emplazaron a los campos de arena de Las Arobias, a la vera de Asturiana de Zinc, en cuyas casetas comenzó a gestarse la constitución del nuevo club así como su nombre –Belenos Rugby Club– atribuido, dicen, al jugador Ubaldo, después de rechazar algunas otras propuestas de nombres de marcado carácter autóctono.

En marzo de 1998, con el nuevo club en ciernes, quedaba claro el compromiso de los jugadores con el técnico de categoría nacional, Alejandro Ribot, para crear un equipo organizado con la calidad suficiente para optar al ascenso a Primera Nacional, opción que esa temporada se había esfumado al no contar con medios económicos para jugar la fase de ascenso tras vencer en la Liga Regional. Con Pablo Avello como presidente, el primer título para el Belenos Rugby Club llegaba al mes siguiente de su creación al salir campeón en el VI Torneo Seven de Grado. El segundo fue ese mismo año en junio al vencer al Ferroplás de Burgos de Primera Nacional en la final del torneo Seven de La Calzada.

Después de Las Arobias, Ferrota o Pillarno, el Muro de Zaro llegó en 2004

La temporada 98-99 comenzó con el cambio de municipio del club, ya que tras una pretemporada realizando los entrenamientos en el parque de Ferrera de Avilés y en la playa de Salinas, el Ayuntamiento de Castrillón tuvo a bien acoger al club en las instalaciones de Ferrota en Piedras Blancas, opción que contemplaba también el uso del gimnasio del polideportivo de la capital del concejo.

En esta campaña 98-99, entrenando a las órdenes de Alejandro Ribot en Ferrota 2, se forjó el ascenso a Primera Nacional conseguido después de un holgado triunfo en la Liga Regional y una más que disputada fase de ascenso. Además del éxito deportivo, el club comenzó a dar sus primeros pasos adelante en materia de socios, presupuesto, fichas, equipos y participación en eventos.

El grupo de jugadores que fundaron el club en 1998.

Dentro del municipio de Castrillón, el club volvió a sufrir un nuevo cambio de emplazamiento para sus entrenamientos. En esta ocasión, el Belenos dio con sus huesos en Pillarno, en un semiabandonado campo de fútbol de hierba y barro que en teoría sería remodelado para acabar acogiendo los partidos como local del Belenos en Primera Nacional, y así evitar el alquiler del campo de La Morgal, en Llanera.

Estabilización en Avilés

Sería en el año 2003 cuando el club llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Avilés para poder entrenar de nuevo en la ciudad. El siguiente paso era jugar, y eso se consiguió un año más tarde, en 2004. Directiva, jugadores y socios se manifestaron en el Ayuntamiento mientras tenía lugar un pleno municipal y, entonces, el concejal de Deportes, Román Antonio Álvarez, salió a charlar con los miembros del club y se comprometió a estudiar opciones para que el Belenos pudiese jugar sus partidos oficiales en Avilés. Días después llegó la gran noticia para el club. El Ayuntamiento concedió al Belenos el uso del Muro de Zaro.

La generación de los fundadores logró ascender a División de Honor B en 2008

Una vez asentado en Avilés, el club empezó a crecer de manera importante. Cada día mas jugadores se acercaban al Belenos y empezaron a llegar más fases de ascenso y campeonatos en distintos torneos seven, destacando los disputados en el año 2004 en Valencia y 2005 en Santander, ambos de carácter internacional. En el año 2007, el club fue subcampeón de Primera Nacional y jugó la fase de ascenso contra el temido Jaén, aunque el cambio de categoría aún debía esperar.

En 2008 llegó el décimo aniversario del club y el equipo, de la mano de David Méndez, logró el campeonato de Primera Nacional por primera vez en su historia. Llegó la fase de ascenso y superado el complicado escollo de Arquitectura, abril de 2008 se convertiría en un mes para el recuerdo en el club. El rival a batir era el potente Sant Cugat de Barcelona y la ida también se disputó a domicilio.

Alejandro Ribot fue el primer entrenador y el Seven de Grado estrenó el palmarés

El Belenos, en un estado de forma bestial, consiguió ganar contra todo pronóstico por 23 puntos, dejando el ascenso encarrilado. La vuelta se disputó 20 de abril de 2008 con mas de 2.000 personas en el Muro de Zaro, donde se vivió una de las mañanas más importantes para el rugby avilesino, pues después de ochenta minutos de sufrimiento el equipo alcanzó por primera vez la División de Honor B.

La primera gran generación de jugadores.

Después de ese día todo cambió. El Belenos comenzó a ser noticia y se hizo un nombre tanto en Avilés como en Asturias. Deportivamente, la aventura en División de Honor B duró una sola temporada, pero el club ya había subido más de un escalón y eso se dejó ver a todos los niveles, con cada vez más niños en la escuela, puesta en marcha en 2006, un presupuesto y una masa social mayor y la capacidad de atraer patrocinadores e incluso jugadores extranjeros.

Entre 2009 y 2013, el club volvió a competir a buen nivel en Primera Nacional, aunque sin opciones reales de regreso a División de Honor B. Felipe Blanco, actual presidente del club, accedió al cargo en 2010 reemplazando a Enrique Lucio y su idea inicial, más allá del crecimiento del club a todos los niveles, fue dar paso a un relevo generacional que se presumía inevitable. Así, tras la generación fundadora, comenzaron a despuntar jugadores que poco a poco se harían cada vez más importantes en el equipo.

La vuelta de tuerca llegó en la temporada 2013-2014. Tras Bélar, Tomás García y de nuevo Alejandro Ribot, Felipe Blanco apostó para el banquillo por el barcelonés Mario Copetti, así como fichajes foráneos del nivel del argentino Juan Aristemuño. Jugadores talentosos de la casa recién llegados al primer equipo aportaron un importante plus de calidad y el equipo se benefició de la reestructuración de categorías para ascender directamente a División de Honor B como campeón del grupo A de Primera Nacional.

La llegada de David Méndez al banquillo dotó de una mayor competitividad al equipo.

Una temporada de ensueño, con mucho ambiente en el Muro de Zaro, y segundo ascenso de la historia. Además, el verano de 2014 se organizó el primer campus multideportivo del club, convertido, con 300 inscritos cada verano, en el más multitudinario de la región. Al igual que en la primera ocasión, la aventura en División de Honor B sería dura y el conjunto blanquiazul terminaría descendiendo de nuevo.

El descenso devolvería al banquillo a Pablo Artime e Isra Heres y el equipo entraría en un período de transición. Sin fichajes y una apuesta firme por potenciar a una cantera al alza, en 2016 llegaría el 'doblete': campeones de la Liga Regional y de la Copa Federación. En el verano de ese mismo año, las federaciones de Asturias, Cantabria y Castilla y León acordaron crear la Liga Norte, una competición que evocaba la antigua Primera Nacional y que propició una mayor competitividad en los equipos de las tres regiones.

Época dorada

Regresar al plano nacional dio lugar a un nuevo paso al frente del Belenos, que, asentado social y económicamente, quería volver a saborear las mieles de la División de Honor B. Dos finales de la Liga Norte perdidas y una eliminación en la fase de ascenso ante el Ferrol parecían alejar el cambio de categoría, que llegó sin esperarlo. El CRAT de La Coruña anunció sus reticencias a seguir compitiendo en División de Honor B, cediendo la plaza al Belenos. Tras un complicado proceso de alegaciones por parte de otros clubes, la idea fructificó y el Belenos regresaba cuatro años después a la segunda categoría del rugby español.

En un año de transición, festejo de los títulos de Liga y Copa en 2016.

Desde entonces, el club no ha cesado en su empeño de hacer historia. Primero un quinto puesto, después la clasificación para una fase de ascenso, ambos logros de la mano de Gonzalo Padró, y este curso el subcampeonato en la categoría y el ascenso a División de Honor con Pablo Artime en el banquillo. De nuevo el Muro de Zaro lleno y la ciudad más ovalada que nunca.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Belenos Rugby Club. Más de dos décadas de crecimiento