«Este premio es para el campo. Debemos ser consumidores de nuestra propia tierra»

«Cien años es muy fácil de decir, pero muy difícil de pasarlo y nuestra familia va al compás del queso con esfuerzo y lucha, pero a veces también con desesperación porque no siempre sale todo como uno quiere», reconoció Esther Álvarez.

«Por eso estamos muy contentos porque tenemos una nueva generación que va a seguir con este proyecto, pero muchas veces también pienso si seguiremos teniendo leche para hacer queso el día de mañana. Y pienso también si seremos nosotros mismos los culpables. Por eso este premio es para toda la gente del campo», confesó la quesera, profundamente emocionada.

«El paraíso natural tiene que seguir estando aquí y para eso necesitamos más que nunca un empujón por parte de todo el mundo. Para lograrlo debemos ser consumidores de nuestra propia tierra», fue el último mensaje que la presidenta de la quesería La Peral quiso compartir con el público en un día tan especial.