La Policía Nacional detiene en Avilés a la estafadora de varios comercios en la región

La presunta estafadora llevaba varios meses actuando en la comarca. Su manera de estafar era siempre similar, hacía compras de manera presencial o por teléfono en establecimientos, se ofrecía a pagar con tarjeta y tras dar error este método, se excusaba con diferentes engaños y se ofrecía a hacer una transferencia bancaria que finalmente nunca llegaba. Las deudas que acumulaba por este tipo de acciones eran de diferentes cuantías, pero en los últimos meses llegó incluso a intentar engañar a los comerciantes, pidiéndoles dinero en efectivo para sanear sus cuentas y así poder pagarles.

Este fue el caso de Natalia Toledano, la propietaria de una empresa de jardinería de Castrillón a la que la presunta estafadora dejó a deber algo más de 800 euros y solicitó 600 en efectivo. «Me dijo que por culpa de su exmarido tenía la cuentas embargadas y que si le dejaba ese dinero podía desbloquearlas y pagarme, me lo contó llorando y estuve a punto de creerla», señalaba la afectada, que fue una de las primeras en presentar la denuncia.

A raíz de la publicación de la denuncia de Natalia Toledano en este periódico muchos otros establecimientos se decidieron a denunciar al darse cuenta de que habían sido engañados por la misma mujer, ya que las mercancías eran siempre enviadas al mismo domicilio, una vivienda en la localidad castrillonense de Llodares. Algunos de los comercios ya habían presentado las correspondientes demandas, pero muchos otros habían dudado ya que los importes que les debía la presunta estafadora no superaban los cien euros o porque aún esperaban por el pago que la mujer aseguraba que realizaría con un poco más de tiempo.

Es el caso de la empresa a la que encargó la construcción e instalación del portón de entrada a esta vivienda y que, tras conocer el resto de estafas realizadas por la persona que residía en esta vivienda, que coincidía además en la descripción física, decidieron denunciar su impago.

Los primeros en presentar la denuncia fueron los propietarios de la colchonería Avilesina, a los que dejó a deber 2.700 euros, pero intentó estafar otros mil, denunciaron, ya que les envió un justificante falso de una transferencia por 3.700 euros, pidiéndoles que le devolvieran el dinero de más enviado por error.