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Los complejos procesos administrativos de tramitación de proyectos de la envergadura de la demolición de las antiguas baterías de cok siderúrgicas y la urbanización para la instalación de nuevas empresas en una parcela que supera los 200.000 metros cuadrados han hecho que los plazos ... iniciales para que Avilés sume el tan necesario suelo industrial hayan quedado en papel mojado.
Las tres administraciones industriales que trabajan en este proyecto de interés general ultiman la documentación de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Avilés para que el proyecto pueda continuar avanzando tras darse por finalizada la demolición de las instalaciones esta primavera. Se espera que, tras veinte meses de tramitación, en agosto el Pleno de el visto bueno a este documento, imprescindible para ejecutar las últimas fases del proyecto: descontaminación y urbanización.
Según el acuerdo de legislatura, el Pleno de agosto se celebrará el primer viernes del mes, que es el día 2. El equipo de gobierno espera llevar este acuerdo a esa sesión, pero si no fuera posible se convocaría uno extraordinario en el momento en el que esté toda la documentación cerrada y con todos los informes encima de la mesa. El que más se ha hecho esperar ha sido el de la Confederación Hidrográfica.
El documento inicial ha sufrido alguna modificación en este tiempo debido precisamente a esos informes de las distintas instituciones implicadas. Aunque esos cambios no suponen ninguna variación importante sobre el concepto inicial que permitirá contar a la ciudad con nuevo suelo industrial, son modificaciones urbanísticas relacionadas con las cotas, fundamentalmente, según explicaron a este periódico fuentes municipales.
La aprobación por el Pleno de la modificación del PGOU volvería a poner en marcha las contrataciones de obra sobre el terreno. La sociedad Parque Empresarial Principado de Asturias, dependiente de Sepides, viene trabajando desde hace algún tiempo sobre el proyecto de descontaminación del suelo, que sería el siguiente en ejecutarse. Se podría licitar entre los meses de septiembre y octubre para terminar de ejecutarse en los primeros meses del año próximo. El hecho de que los terrenos se vayan a destinar a uso industrial hace que la descontaminación de los suelos no tenga que llegar a niveles de haberse decidido, por ejemplo, destinarlos a empresas del sector terciario.
Con esta fase superada, sería el momento de comenzar la urbanización. Hasta el momento, los plazos para la misma que ha manejado la sociedad estatal que impulsa este proyecto son de poco más de un año. Con lo que si en la primavera del próximo 2025 estuviera adjudicada la obra, esta no finalizaría hasta mediados de 2026. Y eso si no surgen nuevos problemas en ese proceso de contratación como los que hubo en el inicio de la adjudicación de la demolición que alargaron los plazos porque hubo reclamaciones por parte de las empresas participantes y sospechas que se demostraron infundadas de injerencias políticas en la decisión,
La presentación a mediados de enero de 2020 del proyecto de Sepides para las baterías de cok, apagadas en octubre de 2019, planteaba un calendario de actuaciones que llevarían a que a finales de 2023 el suelo ya estuviera urbanizado. Superado el ecuador de 2024, todavía quedan por delante dos fases importantes del mismo.
Según aquel plan, los trabajos de descontaminación deberían de haberse acometido en los nueve primeros meses de 2022 y la urbanización comenzar también ese año para concluir a finales de 2023. Ahora podría iniciarse a mediados del próximo 2025 para finalizar en 2026, son tres años de diferencia respecto al plan inicial.
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