La campaña del bocarte se cierra con la subasta de 150.000 kilos en Avilés

La flota del Cantábrico regresa, por tanto, a sus puertos con la incertidumbre de lo que va a pasar a partir de ahora, sin una campaña específica y con la deriva de la crisis sanitaria que empeora por momentos .

Así las cosas, los barcos comunitarios y de bajura seguirán faenando «a lo que pique» en una época más prolífica para capturar especies como la bacaladilla, salmonetes, xargos o lubinas, entre otras.

El panorama es aún más oscuro para la flota de cerco, porque en esta época del año lo más factible era la presencia de bancos de bocarte, pero con el cumplimiento del cupo la pesca ya está cerrada desde ayer a las doce del mediodía.

La situación a corto plazo no es nada halagüeña para el sector pesquero, que suma a los obstáculos de los últimos años, como son los cupos y la falta de un relevo generacional como denominador común la incertidumbre comercial que se ha creado como consecuencia de la crisis sanitaria y económica de la covid-19.

El mayor enemigo del sector es la continua fluctuación de precios desde la reapertura del sector de la hostelería a principios del verano. A eso se suma la inquietud ante lo que puede pasar en los próximos meses, con la pandemia de nuevo descontrolada en España y la sospecha de que se pueda venir también abajo la campaña de Navidad, una de las épocas del año en las que se consume más pescado y marisco, tanto en bares y restaurantes como desde el punto de vista del consumo privado en los hogares.

El dato positivo lo arroja el balance de actividad en Nueva Rula de Avilés en lo que va de año 2020, con un aumento de tráfico de pesca fresca de enero a agosto de un 2,80% con respecto al mismo periodo del año pasado.

Agosto fue un buen mes, con un incremento de un 19,22% de mercancía, impulsado sobre todo por la pesca del bocarte. Hay que tener cuenta que el año pasado apenas hubo bocarte en el mismo mes, mientras que este año se registró un movimiento de alrededor de 400.000 kilos.

No obstante, hay que tener en cuenta que más mercancía no siempre supone un aumento de facturación, ya que no es lo mismo una especie como el bocarte, con precios medios de cincuenta céntimos el kilo que, por ejemplo, el bonito.