El catamarán terminó sin gobierno, pasto de las llamas y contra las rocas de la isla de La Toja, en Pontevedra. Los avilesinos Verónica Espejo e Iván de la Rosa. EFE / E. C.

«Hemos vuelto a nacer»

Los avilesinos que viajaban en el catamarán que ardió en O Grove ultiman las gestiones para poder volver a casa

eva fanjul

Miércoles, 25 de julio 2018, 17:40

La pareja de avilesinos que viajaba en el catamarán incendiado ayer en O Grove permanecerán al menos un día más en Pontevedra realizando gestiones antes de regresar a Asturias. Esta mañana, tenían acudían a la comandancia de la Guardia Civil «para recibir información acerca de los pasos a seguir a partir de ahora y saber qué tipo de medidas debemos tomar tras lo ocurrido», confirmaba Verónica Espejo.

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Los dos jóvenes permanecen alojados en el hotel de San Xenxo donde pasaron sus vacaciones. «Han sido muy amables y nos han ofrecido la habitación un día más por si fuera necesario quedarnos», explica la pareja. Además, Verónica Espejo perdió las llaves de su coche en el accidente y «hoy no podemos hacer nada porque está todo cerrado, así que habrá que esperar a mañana para ver si conseguimos una llave o acabamos solicitando una grúa llevarlo a Avilés», detalla Verónica.

Tanto ella como su novio Iván de La Rosa continúan recuperándose de las lesiones leves que sufrieron durante el incendio del barco. «Yo tengo una lesión en la mano izquierda está muy hinchada y amoratada pero no hay nada roto», asegura la joven. Iván, por su parte, sufrió quemaduras leves en el brazo derecho «pero estamos bien dentro de lo que cabe», aseguran.

Ahora queda asimilar lo ocurrido. Esta mañana, Iván y Verónica relataban a este periódico los dramáticos momentos vividos durante el incendio del barco. «Cuando vi como se extendía el fuego le dije a Iván que teníamos que saltar, yo creía que el barco iba a estallar, y me lancé al agua», explica Verónica. «Me siguieron dos chicas más, pero el resto se quedaron en el barco. Niños pequeños llorando, personas mayores, fue terrible porque veías que algunas personas no sabían qué hacer y las llamas lo envolvían todo era difícil hasta tirarse al agua», asegura.

En cuanto a la causa del incendio Iván de La Rosa y Verónica Espejo lo tiene claro: «No chocamos contra una batea, el fuego yo creo que salió de la cocina del barco», afirman convencidos. De hecho, la pareja recuerda como al embarcar se fijaron en que subían al catamarán dos bombonas de butano. «Cuando zarpamos nos dieron un vino y por lo que entendimos iban a ofrecernos algo de picar. No habían pasado cinco minutos de travesía cuando sentimos el petardazo y empezó el fuego», añaden.

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Los dos se manifiestan muy agradecidos a la gente que les socorrió en la ría y a los servicios de emergencia que los asistieron en tierra «por su rapidez y el buen trato que nos dieron en todo momento incluso facilitándonos teléfonos para poder comunicar con nuestras familias», comentan los dos avilesinos. Ahora, esperan saber pronto lo ocurrido y regresar a casa. «Hemos vuelto a nacer, sin duda», se repiten.

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