«Avilés ha sido una ciudad muy importante en mi carrera»

-Se le conoce por ser la mano derecha de Joaquín Sabina y autor de varias de sus mejores canciones. En esta mini gira asturiana se presenta sin él. ¿Se siente más cómodo estando en un segundo plano o le gusta tomar el protagonismo?

-Yo no soy muy de primera línea, a mí siempre me gustó que los focos estuvieran sobre 'el Maestro', pero cuando Joaquín descansa a mí me gusta hacer este tipo de conciertos en los que cuento un poco la historia de las canciones antes de interpretarlas. A mí me encanta saber los detalles de las composiciones, y eso nunca lo cuenta nadie, y creo que al final la gente sale con una sonrisa de los conciertos y sabiendo cosas que antes desconocían. 'No me importa nada' la canta mucho mejor Luz Casal que yo, pero yo sé cómo surgió la canción, por qué la hicimos, dónde la hicimos y cómo la hicimos. Y yo sé que 'Peces de ciudad' la canta mucho mejor Ana Belén que yo, pero yo recuerdo la noche que estaba en un hotel con Joaquín empezando a componerla, sé el día exacto que fue... A mí lo que me gusta realmente es contar las historias de las canciones que canto.

-¿Qué relación le une con Avilés y con Asturias? Usted ya es un habitual por estas tierras.

-Hay una frase muy bonita de Serrat que dice: «Uno cuenta las veces que vuelve a casa». Yo cuando voy a Asturias me lo apropio. En el Santa Cecilia ya he tocado muchas veces y Gijón es una ciudad muy 'sabinera'; de hecho, Joaquín, en una época de su vida, decidió que fuera el lugar donde iniciar las giras, así que tanto Avilés como Gijón han sido ciudades muy importantes en mi carrera.

-Además de con Sabina, al que le une una relación de cuarenta años sobre los escenarios, ha trabajado con varios artistas imprescindibles de la música española.

-Sí, me he codeado con lo más grande de la música de este país, por eso digo siempre que he sido un tipo con suerte. A mí Joaquín Sabina me parió, me soltó en este mundo de la música maravilloso y después me he ido rodeando de los mejores. He hecho canciones para gente como Ana Belén, Miguel Ríos, Christina Rosenvinge, Quique González, Manolo Tena...

-¿Qué siente uno al saber que sus canciones forman parte de la memoria sentimental de muchos españoles?

-Yo estoy muy orgulloso de mis canciones, pero nunca me planteo que estén en el corazón y en la memoria de todo el mundo, porque si algún día llegara a pensar eso me volvería un poco loco. Tampoco quiero darme demasiada importancia; me gusta pensar que la gente se ha apropiado de estas canciones, se las ha llevado a su casa, las ha querido, las ha escuchado muchas veces... Es un juego de ida y vuelta y yo estoy muy agradecido al público por haber sido tan generoso.

-¿Cómo ve el panorama actual de la música española?

-Pienso que hay bandas importantes en este país y que la música española goza de muy buena salud. Yo sigo mucho por ejemplo a Santero y Los Muchachos, Vetusta Morla, Love of Lesbian... Sin embargo, creo que la cosa está un poco más desierta en la canción de autor. Nos falta un relevo de Aute, de Sabina, de Serrat. A mí me gusta mucho la gente valiente y atrevida haciendo música y yo exijo más valentía y más descaro a la hora de componer. Echo de menos a gente que se deje la vida en cada canción.