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A. JAMBRINA / E. FANJUL
AVILÉS / GIJÓN.
Martes, 24 de septiembre 2019, 02:22
El crimen de Paloma Barreto, la mujer transexual cuyo cadáver fue hallado el sábado en un piso de la calle de La Cámara, despertó una indignación colectiva, especialmente entre los colectivos feministas y aquellos que defienden la diversidad sexual. Un centenar de personas se ... reunió ayer en la plaza de España para mostrar su repulsa y condenar este crimen, recordando a gritos que «¡Paloma no murió, fue asesinada!». La concentración, en la que se guardó un emotivo minuto de silencio por la víctima, fue convocada por la asociación avilesina Kaleide, en colaboración con Transire, Les Rudes d'Avilés, Apramp, 8M Avilés, Astursex y 8M Asturies, que juntos denunciaron un crimen «que es claramente un delito de odio, a Paloma se le ha discriminado por ser transexual y mujer, pero también por su lugar de origen y por su forma de ganarse la vida», aseguraron.
Los colectivos quisieron aprovechar la concentración para mandar un mensaje de cambio social y político a las autoridades «porque no podemos olvidarnos que en Asturias no existe todavía una ley trans que nos proteja de este tipo de situaciones ni nos de la cobertura que necesitamos, y por falta de esa ley muchas veces ves obligada a tomar decisiones desesperadas por un sueldo injusto, y además Paloma tuvo que morir con un nombre en sus documentos que no la representaba».
En el manifiesto que los distintos colectivos leyeron ayer en Avilés, lamentaron que el asesinato de Paloma Barreto se produjese posiblemente «el mismo día en el que miles de mujeres se manifestaban por la Emergencia Feminista del 20 de septiembre. Desde entonces han sido asesinadas otras tres mujeres y nos vemos obligadas a volver a salir a la calle para denunciar que no siguen asesinando». Exigieron también que se tomen «medidas reales» contra las violencias machistas y los derechos de las mujeres.
Para los manifestantes, el asesinato de Barreto tuvo varios agravantes «porque era una mujer migrada, racializada y trabajadora sexual, unos colectivos que sufren una gran discriminación a la hora de acceder al mercado laboral en nuestro país. Esta situación hace que la violencia a la que ya están expuestas por ser mujeres se multiplique en la sociedad violenta en la que vivimos», denunciaron. «Necesitamos una ley que convierta a todas las personas en sujetos de derecho, sobre todo con quienes el Estado tiene una deuda histórica desde hace más de cuarenta años», recalcaron.
Los colectivos locales también quisieron tener unas palabras de agradecimiento con el resto de agrupaciones nacionales y grupos de personas que ayer también se manifestaron en diferentes ciudades como Madrid, Barcelona, Granada o Gijón, donde otras cien personas se concentraron frente a la Gota de Leche. Se trata del crimen de «una mujer transexual, migrante y trabajadora sexual. Una minoría entre la minoría», aseguró Yosune Álvarez, coordinadora del colectivo de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales de Asturias, Xega. El asesinato de Paloma evidencia «la vulnerabilidad que padece el colectivo transexual», afirmó Álvarez.
Para atajar esa situación que «vulnera los derechos humanos de estas personas», Xega también aprovechó esta ocasión para exigir al Principado «la creación urgente de la Ley Integral de Trasexualidad». Aunque la investigación del caso «es compleja» y aún falta «mucho por aclarar», Yosune Álvarez afirmó que «Paloma también es una víctima de la violencia de género», y por tanto «el autor del crimen debe juzgarse en el marco de la Ley contra la violencia machista».
La concentración de protesta por el asesinato de Paloma Barreto fue convocada por Xega y el colectivo Muyeres en Llucha de la CSI. Entre los asistentes se encontraban varios representantes de Podemos como Sofía Castañón, Daniel Ripa, Laura Tuero o Alba González.
En España
Desde Madrid, el portavoz de la Asociación de Transexualidad Clínica de España, Andrés de la Portilla, también quiso manifestar su repulsa ante el crimen que se produjo el pasado viernes en Avilés. «Basta ya de asesinatos de personas transexuales. La ley LGTBI estatal antidiscriminatoria sigue sin aprobarse treinta años después de ser propuesta por primera vez y se trata de la ley siempre prometida y nunca aprobada ni cumplida», lamentó.
En Granada también se produjo una concentración espontánea por la causa, dirigida por la conocida activista transexual de setenta y siete años, Kim Pérez, que recientemente llevó a cabo una huelga de hambre para defender la Unidad de Transexualidad.
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