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RUTH ARIAS
AVILÉS.
Jueves, 27 de agosto 2020, 00:45
El futuro del urbanismo avilesino pasa por seguir ganando espacio para los peatones, como se viene haciendo desde que hace tres décadas comenzaran a peatonalizarse calles en el centro. Seguirá habiendo peatonalizaciones, como en el parque de El Muelle y en el entorno ... de la plaza de La Merced, y se ensancharán las aceras, como adelantó ayer LA VOZ, una operación que ha comenzado en las calles Eduardo Carreño Valdés y en La Muralla. La consecuencia lógica de todo es que se pierden plazas de aparcamiento en el centro, que son además reguladas y, por tanto, vinculadas al contrato del servicio suscrito con la empresa Dornier. Esto lleva irremediablemente a que esas plazas reguladas que se pierden en el centro se trasladen a zonas en las que ahora mismo el aparcamiento es libre.
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El Plan de Movilidad que ultima la empresa redactora contempla una revisión de esa estructura de la ORA, por lo que la previsión es que haya cambios a corto o medio plazo. Sobre la mesa está que el área de la ORA se amplíe ligeramente a las calles aledañas a las que la limitan actualmente. En este sentido, pasarían a estar reguladas la avenida de la Constitución, en el tramo que prolonga Pruneda y también en la calle Fuero, que ahora mismo tiene una zona de aparcamientos verdes y naranjas y otra, la más alejada de la zona residencial, en la que el aparcamiento es libre.
En los próximos meses se presuponen muchos cambios en el aparcamiento, y no solo por las recomendaciones que se lancen en el Plan de Movilidad, sino también porque la estructura de la vía pública se modificará también debido a la ordenanza de terrazas, cuyo borrador plantea la ocupación permanente de aparcamientos como medida para compensar a los hosteleros que no puedan instalar mesas en la calle y mantener las distancias que pasarán a ser obligatorias: de 1,80 metros con respecto a las fachadas y de 0,50 metros con respecto al borde de la acera. Las plazas que se pierdan por este motivo también deberán compensarse con otras para mantener la cifra comprometida en el contrato con Dornier.
Habrá reorganización y ampliación, pero lo que se descarta es una extensión amplia de la zona de estacionamiento regulado y su aplicación los barrios. Al menos en los próximos años la zona azul no crecerá en número de plazas ni existirá más allá del centro de la ciudad, pero lo que se plantea en el marco del Plan de Movilidad es reservar la zona más central, la comprendida ente la avenida de Cervantes, Fernando Morán, la avenida de la Constitución y El Muelle, para las plazas azules y verdes para residentes, mientras que más allá de ahí, las zonas que se regulen serán con plazas naranjas, de baja rotación, ya que permiten estacionar hasta cuatro horas, y verdes. Se tendrá especialmente en cuenta que hay zonas en las que esos residentes apenas cuentan con plazas de garaje.
El objetivo está claro: disponer de más espacio para los peatones, de modo que la ciudad sea más cómoda para ellos, y derivar el tráfico fuera del centro. Para ello también habrá que poner en marcha más aparcamientos disuasorios y potenciar el transporte público, medidas ambas en las que se está trabajando desde hace varios meses dentro del Plan de Movilidad.
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