Oleada de destrozos a coches en Avilés

El primer incidente tuvo lugar el pasado lunes en el aparcamiento situado en el Alto del Vidriero. Los vándalos reventaron una de las ventanillas traseras de un turismo y se llevaron unas gafas de sol, el único objeto de valor que encontraron en el interior. El dueño del vehículo ya ha denunciado ante la Policía Nacional los hechos, que tuvieron lugar a plena luz del día y cerca de unas viviendas.

El mismo lunes, minutos más tarde, se perpetraron otros dos ataques similares y consecutivos a vehículos en la zona, concretamente en la calle Cañaleto de El Pozón y en el aparcamiento del centro de salud de La Luz, donde ya se han sucedido hechos similares en el pasado. Las investigaciones apuntan a que todos los ataques habrían sido perpetrados por el mismo grupo de personas.

En las últimas horas, además, se ha dado aviso de otros dos robos similares en la calle Hermanos Pinzón, entre Villalegre y La Luz, donde además trataron de entrar en las instalaciones de la autoescuela, y un último incidente en el aparcamiento de la calle Pizarro, donde también dejaron cristales rotos por los suelos.

El denominador común de todos estos ataques es que los vándalos rompen una o varias ventanas de los vehículos, pero luego apenas se llevan ningún objeto de valor de su interior.

No obstante, estos últimos incidentes no fueron perpetrados a plena luz del día como los anteriores. Algunos de ellos tuvieron lugar de madrugada y los vecinos de La Luz, alertados por esta oleada, aseguran que últimamente se oye a grupos de jóvenes a altas horas de la noche gritando y rompiendo cristales en el entorno del barrio.

Los hechos están en manos de la Policía Nacional, que investiga quién puede estar detrás de lo sucedido. No obstante, desde la comisaría se trata de quitar importancia al asunto y fuentes policiales manifiestan que «entra dentro de lo normal», el número de ataques a vehículos detectados. «Lo que pasa es que se han concentrado en pocos días», aseguran los investigadores. Los vecinos, por su parte, piden más vigilancia y presencia policial en la zona hasta que las aguas se calmen de nuevo.