Cuando El Niño sonrió a Avilés

Avilés empezó 1950 con buen pie, el que aportaba el reparto de poco más de dos millones de pesetas por el primer premio del Sorteo Extraordinario del Niño del que la Administración de Lotería Número 1 de Avilés vendía una serie. Además, del mismo despacho salía otra serie del cuatro premio, 50.000 pesetas que se vendían íntegramente en Oviedo.

La suerte era compartida con otras ciudades ya que el 42 370 también compartido por Madrid, Barcelona, Santander y Palma de Mallorca.

En el caso de Avilés, la alegría iba más allá del dinero. Y es que desde un segundo premio en el sorteo extraordinario de Navidad de 1910, los premios de estas fechas tan señaladas habían sido esquivos.

En esta ocasión, el vendedor Modesto López se había encargado de repartir la suerte por la ciudad. Era, como se suele decir, un premio muy repartido, y también por los pelos. Hasta los días 4 y 5 de enero apenas se habían vendido décimos. No gustaba el número y sólo al final caló entre los avilesinos.

Tanto en el día 6 como en el 7 de enero, LA VOZ rastreó a los poseedores de los diferentes décimos, permitiéndonos conocer diferentes anécdotas. Así, Francisco Guardado, ‘Paco el de la Rula’, por su trabajo como responsable de contabilidad en la Cofradía de Pescadores Virgen de las Mareas, supo de la noticia cuando se encontraba, por motivos profesionales, en Gijón.

Antidio García, industrial lechero de Villalegre, compró un décimo, ganando 160.000 pesetas, porque cinco pesetas de las jugadas las compartió con un amigo de Villalegre, que ganó 40.000 pesetas.

Celestino González, Leto, hermano del entonces presidente del Real Avilés, José Ramón, era otro de los afortunados con las 200.000 pesetas del premio.

Como Sara Palacios del Cueto, «viuda de nuestro querido amigo Juan del Campo», también, era una de las afortunadas en el sorteo que el 6 de enero de 1950 sonrío a Avilés.