Público sentado en la plaza del Centro Niemeyer en la representación de la obra de teatro clásico de Eurípides, 'Hécuba', protagonizada por Concha Velasco en 2013. MARIETA

El Niemeyer reabre con menos aforo y orientará su programación hacia la plaza

Los espacios abiertos ganarán protagonismo a la hora de exponer obras y acoger espectáculos nuevos, que se darán a conocer cuando se recupere la normalidad

ALEJANDRO L. JAMBRINA

AVILÉS.

Jueves, 4 de junio 2020, 00:57

El Centro Niemeyer vuelve a recuperar poco a poco su actividad con pasos cortos, pero seguros, gracias a la planificación y el trabajo que se ha estado haciendo de puertas para adentro durante estos tres meses de cierre. En las últimas semanas han abierto al ... público la plaza, como espacio de paseo y ocio, y la recepción del recinto para gestionar devoluciones de entradas. Sin embargo, ayer fue un día mucho más especial con la recuperación de la actividad cultural del centro tras la reapertura de las dos grandes exposiciones que estaban abiertas en el momento de la declaración del estado de alarma: los grabados de Picasso y las fotografías de Nadia Lee Cohen.

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Eso sí, desde la dirección del Centro Niemeyer reconocen que la planificación de su modelo de programación cambiará radicalmente a partir de ahora, así como la manera de entender el espacio y la experiencia que vivan los visitantes. «Empezando por una reducción de aforo para evitar aglomeraciones y contacto entre la gente, que estará limitado a cincuenta personas simultáneamente en la cúpula y veinticinco en la sala de fotografía», explica su director, Carlos Cuadros.

Las incógnitas sobre como serán las cosas a partir de ahora persisten en su cabeza, pero Cuadros tiene claro cuál es el modelo que quiere seguir para adaptarse a la nueva normalidad. «Estamos trabajando intensamente en virar la programación del centro hacia el exterior, salir de los espacios cerrados y darle más protagonismo a la propia plaza», reconoce. «Tenemos la suerte de contar con un recinto único en España, en el que la propia arquitectura es artística y el concepto del Niemeyer debe evolucionar, es el cambio fundamental y el reto profesional al que nos enfrentamos ahora», asume el director del centro, con esperanza y decisión

«Los tres meses de cierre se van a notar mucho en las cuentas del año, la venta de entradas supone el 35% de los ingresos»

Así, a pesar de no poder concretar aún nuevos proyectos, Cuadros reconoce que será habitual ver más actividades, exposiciones de obras o interacción artística en el exterior, y menos en los interiores. «Lo que tenemos claro es que no vamos a tener prisa, hasta que no tengamos una sensación de absoluta seguridad no se van a hacer contrataciones o anuncios en la programación. No vamos a pelearnos por ser los primeros en abrir, preferimos hacer las cosas bien», asume Cuadros.

Respecto a los conciertos en el exterior, el director del Niemeyer prefiere ser cauteloso. «Lo tenemos todo preparado para acoger de nuevo eventos, pero no queremos asumir nuevas contrataciones hasta que no haya un marco jurídico muy claro y sepamos qué se puede hacer y cómo llevarlo a cabo. Creemos que los festivales de Almagro y de Mérida pueden marcar las pautas a seguir y ahí comenzaremos a cerrar programación. Por suerte, tenemos une equipo de trabajo preparado para organizarlo todo con rapidez», reconoce.

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Además de asumir la necesidad de aprovechar los espacios al aire libre, en el nuevo modelo de Niemeyer que se empezará a construir a partir de ahora también jugarán un papel importante las herramientas digitales para ofrecer experiencias nuevas. «Estamos seguros de que pueden ser un sumatorio, pero no creo en la sustitución total porque la experiencia artística que se produce con la percepción directa de obras o la acción conjunta entre intérpretes y públicos en los eventos en vivo no se pueden comparar a una acción con una pantalla».

Ajustar las cuentas

Las ideas están claras y asume que será un reto difícil de afrontar. Han pasado tres meses cerrados y eso tendrá un efecto en las cuentas. «El Niemeyer tiene una gran necesidad de ingresos mediante alquiler de espacios y comercialización de entradas. En torno al 35% de los ingresos no son públicos y, teniendo en cuenta que no hay previsión de que las pérdidas se compensen con dinero público, la única consecución realista es retraernos en la programación. No tiene sentido que nos endeudemos e iremos programando en la medida en la que veamos que tenemos presupuesto», concluye Cuadros.

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