La Navidad surca el cielo

La Navidad en todo su esplendor se abrió ayer paso en Avilés e iluminó el cielo con un espectáculo de doscientos drones que, al ritmo de una música instrumental compuesta para la ocasión, alzaron el vuelo sobre las aguas de la ría para dibujar con luces algunas de las figuras más típicas de estas fechas. Un caramelo a rayas hizo las delicias de los más pequeños, que conformaban buena parte del público, desde el principio. A partir de ahí muñecos de nieve, bolas de Navidad, estrellas... y todo un despliegue de motivos que se iban transformando lentamente a medida que se movían los drones.

Una de las figuras más alabadas fue la del reno, que giraba sobre sí mismo y terminó por iluminar de rojo su nariz, dejando de ser un especimen común para convertirse en el entrañable Rodolfo.

Aplausos se llevó también otra figura que no tenía que ver con la Navidad, pero sí con Avilés: la torre del Centro Niemeyer. Y sobre todo la felicitación final. En el cielo pudo leerse Felices Fiestas, y también el nombre de la ciudad, dejando un buen sabor de boca en las miles de personas que acudieron al Niemeyer y el entorno de la ría. La cruz fue la vuelta, con una gran aglomeración en Larrañaga por el cierre del paso a nivel ante la llegada de un tren que retuvo a cientos personas durante minutos.