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El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ofició el funeral en la parroquia de Guillén Lafuerza. LVA
Multitudinaria despedida a Ceferino Fernández, un párroco «inolvidable»

Multitudinaria despedida a Ceferino Fernández, un párroco «inolvidable»

El funeral de Ceferino Fernández, antiguo cura de Illas e Hijo Adoptivo del concejo, se celebró en la parroquia ovetense de Guillén Lafuerza

A. L. J.

Oviedo

Domingo, 16 de marzo 2025, 01:00

Ceferino Fernández Suárez (Fuejo, 1938-Oviedo, 2025) fue párroco durante su vida en numerosos pueblos y parroquias asturianas. En algunas pasó varios años y en otras apenas unos meses, pero en todas ellas dejó una huella imborrable y el cariño de sus feligreses se demostró ayer en funeral del que fuera cura de Illas entre 2008 y 2022 e Hijo Adoptivo del concejo desde el año 2015, y que fallecía el pasado jueves a los 86 años.

El propio Ceferino dejó por escrito cómo quería que fuese su despedida y quiso que el funeral se oficiase en la parroquia ovetense de la Natividad de Nuestra Señora de Guillén Lafuerza, el barrio en el que se crió junto a sus hermanos y el que siempre consideró un hogar al que volver.

El templo ovetense es pequeño y humilde, pero aunque hubiese sido una gran iglesia no habría habido espacio para acoger a los cientos de feligreses, familiares y amigos que este sábado se dieron cita a mediodía en Oviedo para darle el último adiós a Ceferino Fernández, «un cura atípico e inolvidable, de los que solo sabían pasar por los sitios dejando huella», comentaban sus allegados antes de una ceremonia que ofició el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes.

«Fue un párroco atípico e inolvidable, de los que solo sabían pasar por los sitios dejando huella», recuerdan sus allegados

Tal fue la movilización para despedir a Ceferino Fernández que incluso los vecinos de Illas, concejo en el que pasó sus últimos años, fletaron un autobús para asistir al funeral, encabezados a su vez por el alcalde Alberto Tirador.

También llegaron otros autobuses hasta Oviedo llegados desde ciudades como Madrid o Toledo, donde Ceferino Fernández pasó varios años de su vida y donde vivían precisamente sus cuatro hijos, todos ellos adoptados por el párroco cuando eran tan solo unos niños, que lo convirtieron en uno de los pocos curas de nuestro país que podía presumir de tener una familia numerosa en la que ya se contaban nietos e incluso bisnietos.

Llamó la atención la presencia también de antiguos alumnos a los que el párroco dio clase hace más de cinco décadas, pero que hoy todavía guardan un gran recuerdo de su maestro y quisieron despedirlo juntos.

Finalizada la misa que ofició el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, los restos mortales de Ceferino Fernández fueron trasladados al cementerio parroquial de Valduno, en el concejo de Las Regueras, donde descansará junto a sus padres en la parroquia en la que también pasó gran parte de su infancia y juventud.

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