Participantes y público en el debate 'Tiempo de actuar en la empresa', celebrado ayer en el Centro Niemeyer. MARIETA

Las multinacionales piden respaldo político a su compromiso ambiental

Defienden que existen nuevas oportunidades de negocio en la lucha contra el cambio climático, pero solicitan ayudas públicas que faciliten la transición

ALBERTO SANTOS

AVILÉS.

Viernes, 13 de diciembre 2019, 02:19

Buena parte de las empresas más relevantes que desarrollan su actividad en Asturias expresaron ayer en un coloquio organizado por el Principado en el Centro Niemeyer su inquietud por la indefinición de políticas públicas que impulsen y acompañen su compromiso con la lucha contra el ... cambio climático. Directivos de Alsa, ArcelorMittal, Asturiana de Zinc, EdP, Dupont y Saint-Gobain expusieron ante la viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí, la situación de su sector frente a los objetivos de una Europa climáticamente neutra, la integración de la variable climática en su toma de decisiones, las oportunidades tecnológicas, ambientales y comerciales, y los riesgos que podrían derivarse para su actividad económica en el Principado.

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El fantasma de la competitividad en desigualdad de condiciones, no solo desde Europa con respecto al resto del mundo, sino también entre países dentro del viejo continente, planeó en las intervenciones de los representantes de las multinacionales ayer, en especial las electrointensivas. Jaime Arias, director de Asturiana de Zinc, recordó que su empresa representa más del 20% del consumo en el territorio asturiano. «La mitad del coste directo de fabricación de zinc es energía, que está influenciada por el precio del CO2, y eso tiene un gran impacto», explicó.

Arias, que recordó el compromiso de AZSA en la renovación tecnológica con una inversión próxima de cien millones de euros en una nueva electrolisis en la comarca de Avilés, ahondó en el problema que hay dentro de la Unión Europea ante los diferentes criterios que aplican los países a la hora de transponer las directivas comunitarias. «En España necesitamos la colaboración con las administraciones para homologarnos con otros países europeos, por ejemplo, con cómo se factura la energía en Alemania», añadió.

Compensaciones

Ese diagnóstico de AZSA cobra vigencia con la subasta de interrumpibilidad anunciada en España para la próxima semana, «que se ha dividido por tres, por lo que tenemos que seguir trabajando con la administración para compensar eso».

ArcelorMittal añadió al debate a través de Marga Álvarez, directora de Medio Ambiente, su situación de desventaja para competir con aceros que llegan de países de la UE y que no están sometidos a exigencias sobre sus emisiones. «Entran aceros de países sin regulación ni iniciativa para modificar las emisiones», aseguró antes de pedir políticas que establezcan «condiciones que nos ayuden, como por ejemplo a través de un arancel climático».

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Álvarez recordó el compromiso de ArcelorMittal en la certificación de aceros europeos comprometidos con las bajas emisiones y diferenciados del resto, destacó la creciente demanda de acero asociada a las energías renovables y el avance de nuevas formas de producción «más rupturistas» para cambiar, por ejemplo, el modelo de la cabecera siderúrgica en Asturias, donde están en marcha proyectos en los hornos altos, las baterías y el sínter de Gijón, además de la acería de Avilés.

Pilar Eiroa, directora de Medio Ambiente, Salud y Seguridad de Dupont, explicó el objetivo de «ser neutros en emisiones de carbono en 2050» y destacó los proyectos en marcha relacionados con el cambio climático en sectores como las baterías eléctricas, las resinas para reducir, por ejemplo, el peso de autobuses y coches, o los materiales con propiedades aislantes como el nomex que fabrica en Asturias.

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Por su parte, Juan Ansedes, coordinador de Medio Ambiente, Seguridad y Salud de Saint-Gobain Glass, defendió la política de su empresa de colocar «el medio ambiente, el desarrollo sostenible en el centro de la estrategia» en sectores como el de la construcción, con «objetivos muy ambiciosos».

En otro plano, el de la movilidad, Luis Fernández, gerente de Alsa, aseguró que como «empresa de transporte de viajeros trabajamos día a día por evitar emisiones a la atmósfera. Nuestro mayor objetivo es lograr junto a las administraciones captar cada vez más viajeros del vehículo privado para el transporte público». Para Alsa, «es una oportunidad de negocio y de vida para todos», que se refleja, por ejemplo, en la inversión este año en Asturias» en varias decenas de autobuses nuevos con tecnologías híbridas».

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EdP estuvo representada en el coloquio de ayer en el Niemeyer por Juan Carlos García Marinas, director de Cambio Climático en España, quien destacó el fenómeno imparable y rentable de las energías renovables y apuntó como reto la generación de ayudas que permitan compensar las inversiones.

El debate de ayer fue introducido por Pelayo García, concejal de Sostenibilidad, y Paz Orviz, directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, que destacó que «los objetivos ambientales y la ambición climática son irrenunciables».

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