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A. L. J.
AVILÉS.
Miércoles, 24 de agosto 2022, 02:33
Los clientes habituales de un bar ubicado en la calle Pelayo del barrio de Versalles, fueron testigos de un angustioso suceso que tuvo lugar durante la noche del pasado lunes, cuando una mujer entró sin previo aviso en el local y disparó, supuestamente, con ... una pistola de aire comprimido a la camarera del bar, por motivos que se desconocen.
Según ha podido saber este periódico, las dos mujeres se conocían previamente y compartían una relación de amistad, pero algo desencadenó una discusión entre ambas que llevó a una de ellas a sacar la pistola, con intención de intimidar a la otra, la que finalmente disparó antes de abandonar el local, según la declaración de varios vecinos que presenciaron los hechos desde el exterior del local.
La víctima fue trasladada al Hospital San Agustín, donde fue atendida sin requerir ingreso y recibió el alta horas después. Inicialmente, las lesiones que presentaba eran de carácter leve. Los informes médicos deberán determinar si las heridas se deben a los disparos de la pistola de aire comprimido o a otras circunstancias.
La Unidad Central de Investigación Científica y Técnica de la Policía Nacional acudió al establecimiento hostelero durante la mañana del martes junto a familiares de la supuesta víctima, para tratar de recrear lo sucedido y dilucidar cómo se produjeron los hechos. El bar permaneció cerrado durante toda la jornada de ayer.
Cabe destacar que este tipo de armas de aire comprimido o de 'airsoft' no están catalogadas como armas de fuego a efectos legales y su compra está permitida. También es legal tenerlas en el propio domicilio sin necesidad de tarjeta ni licencia de armas, sin embargo, la legislación vigente que regula la tenencia y el uso de este tipo de pistolas establece que «para portar las armas de esta categoría fuera del domicilio, se deben documentar con tarjetas de armas concedidas por los alcaldes de los municipios de residencia de los compradores», un permiso que se desconoce por el momento si la presunta agresora posee.
Ayer, los vecinos del barrio aún reconocían tener el miedo en el cuerpo por lo sucedido. «Cada vez es más habitual que haya problemas, esta vez la pistola era de mentira pero cualquier día hay una desgracia», anticipaban ayer con preocupación. De momento, no ha habido detenciones por estos hechos
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