«Somos mujeres empoderadas y no solo cuerpos bonitos»

Catherine del Rivero tiene solo 19 años, pero ya tiene estudios en Administración y Dirección de empresas y está a punto de comenzar a formarse en marketing. También trabaja en el Burger King para ahorrar y ser económicamente independiente, y además ha sido jugadora de balonmano profesional durante los últimos años. Ese es el currículum de esta corverana que desde el pasado jueves, además, también es la ganadora del certamen Miss Universo Asturias 2022.

Es un reconocimiento que ganó por su belleza y sus tablas sobre la pasarela, pero también por todo lo demás. «Todas las que nos presentamos al certamen somos mujeres empoderadas, hay que dejar atrás los estereotipos, no somos solo cuerpos bonitos», defiende Del Rivero, que representará a Asturias en la final nacional del certamen y aspira a ser la representante española de Miss Universo, nada menos.

La historia personal de Catherine no es sencilla, reconoce que de pequeña sufrió 'bullying', «pero el mundo de la moda me ha ayudado muchísimo a entender que mi cuerpo también es válido y a ganar autoestima, la moda me rescató de todos esos pensamientos intrusivos y ahora soy mucho más feliz», confiesa esta joven corverana.

Antes de convertirse en la ganadora de la fase regional del certamen, Catherine reconoce que se puso «muy nerviosa, sobre todo porque esto era muy importante para mí, admiro mucho la moda y quiero formar parte de ella», reconoce la ganadora, que el pasado jueves, cuando le colocaron la corona, se sintió «como una auténtica princesa, fue un momento muy especial».

Además de este reconocimiento, Catherine del Rivero no quiere dejar de valorar a todas sus compañeras de certamen. «Hicimos una piña increíble, nos ayudamos mutuamente cuando lo necesitamos y, pese a que todas queríamos ganar, nos convertimos en amigas, eso es algo que me llevo», agradece la vencedora.

Ahora le toca representar a Asturias en el certamen nacional, que se celebrará en Tenerife en el mes de septiembre, y reconoce que los nervios están a flor de piel. «Es una responsabilidad muy grande representar a mi tierra, pero me voy a preparar mucho y tengo la ayuda de la delegación asturiana, que dirige Lili Lifer, ella siempre ha sido un apoyo y le estoy muy agradecida», asegura la corverana, que reconoce tener esperanzas en ese concurso en Canarias.

El mensaje que tanto ella como sus compañeras de concurso quieren trasmitir es claro: «Somos mujeres preparadas y válidas, sin estereotipos».

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