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La 'Monstrua' con traje de gala. museo del prado
La mirada clínica de Carreño Miranda

La mirada clínica de Carreño Miranda

El endocrinólogo Miguel Ángel Rubio atribuye al pintor avilesino el primer retrato de un síndrome Prader-Willi

fernando del busto

Domingo, 10 de marzo 2019, 08:41

No es la primera vez que la medicina se acerca a la historia del arte con interés, buceando patologías y formas de trabajar de sus antecesores. Dentro de esta corriente, el endocrinólogo Miguel Ángel Rubio, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha recuperado en las redes sociales un cuadro del pintor Juan Carreño Miranda (Avilés, 1614; Madrid, 1685). En concreto, se trata de 'La Monstrua vestida' y 'La Monstrua desnuda', el retrato que en 1680 el avilesino pintó de la niña Eugenia Martínez Vallejo.

«Es un trabajo que hace unos diez años publiqué en la revista de la Sociedad Española de Obesidad», comenta el doctor Rubio, «y que ahora he vuelto a comentar en las redes sociales». En él, apuntaba al citado cuadro como primera representación gráfica del síndrome Prader-Willi, lo que añade otro prisma para la observación de una de las obras de arte icónicas del pintor avilesino.

«El síndrome se produce por una alteración del cromosoma 15, pero tanto el retrato como los testimonios de la época reflejan sus síntomas. Su gordura es desmesurada para su edad y más en esa época, su tamaño pequeño y su apetito voraz porque no logra tener la sensación de saciedad. Esa voracidad se demostraría con la manzana en la mano», comenta en su análisis el endocrinólogo.

El cuadro en cuestión refleja otros rasgos compatibles con la enfermedad, como las manos pequeños, los labios finos o la forma de los ojos. Es una enfermedad rara, para la que no existe tratamiento en la actualidad. «Trataremos cuatro o cinco casos de adultos al año, no es muy frecuente. El diagnóstico se basa en una prueba genética», según explica a este periódico el especialista en endocrinología.

Miguel Ángel Rubio recuerda que el cuadro ya ha despertado el interés de otros médicos. Por ejemplo, en 1945, el doctor Gregorio Marañón lo citó como el primer caso conocido del síndrome hipercortical.

El doctor Rubio no duda de que Eugenia Martínez Vallejo sufría algún tipo de patología. La niña llegó a la corte en 1680, con seis años y un peso de setenta kilos, después de ser localizada en Burgos. Su aspecto sorprendió y llamó tanto la atención que JuanCarreño Miranda realizó ambos retratos.

«En esa época era algo normal. Se buscan por toda España enanos o personas con deformidades que servían de bufones en la corte. Aunque Carreño, como Velázquez, los retrata dándoles toda la dignidad posible», concluye.

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