«A lo mejor estás más seguro de vacaciones fuera que aquí en un bar o con la familia»

-No fueron declarados servicio esencial, pero los agentes de viajes trabajaron más que nunca...

-Fueron jornadas maratonianas. De doce y catorce horas. Sobre todo los primeros días, por la urgencia de repatriar a los clientes que estaban fuera. Mas luego el aluvión de llamadas de los viajeros con salidas inmediatas en Semana Santa y los que estaban nerviosos por sus vacaciones de verano.

-La gente reclama su dinero, pero las agencias no lo tienen.

-De los expedientes cancelados hasta ahora, como mucho se habrá podido devolver el dinero a un diez por ciento. Yo todos los días recibo tres o cuatro llamadas de 'cómo va lo mío'. Intentas explicarlo, pero llega un momento en que no sabes si no te explicas bien o no te quieren entender. La mayoría de las compañías aéreas y hoteles están con un ERTE sobre el 90% de su plantilla y las aerolíneas tienen millones de billetes que devolver. Eso lleva un proceso, no hay método humano o automático que lo acelere. La palabra clave es paciencia.

-Y luego ustedes se quejan de los mensajes lanzados por organizaciones como la OCU o FACUA.

-Sí, porque primero deberían informarse correctamente. Cada caso y cada viaje es un mundo. No es lo mismo cancelarlo durante el estado de alarma que cancelarlo para octubre o noviembre, que aún faltan muchos meses y el vuelo puede estar operativo. El miedo no es una circunstancia válida para cancelar. Ellos se sacan de la manga el 'miedo insuperable', que viene recogido en el Derecho Penal, pero ese concepto no existe en los viajes. Si nos ponemos a coger cosas del Código Penal, yo también puedo decir que tengo un miedo insuperable a devolver un dinero que no tengo. Además estas organizaciones son privadas y lo que buscan son socios a los que cobrarles por llevarles pleitos que no tienen garantizado el éxito.

-¿Se está vendiendo algo ahora?

-Muy poca cosa. A goteo. Asturias está de bote en bote y nos está permitiendo mantener el tipo. Los asturianos buscan destinos en la península a los que se pueda llegar en coche por si hay que regresar. Los más 'aventureros' se van a islas como Baleares y Canarias, en las que la pandemia, en principio, está muy controlada. Me hace gracia porque la gente tiene miedo a estar de vacaciones, pero a lo mejor estás más seguro por ahí, en una playa o en un hotel con piscina, en el que apenas te vas a relacionar, que aquí haciendo vida social en un bar, con tu familia y con gente que viene de fuera.

-¿Qué le parecen medidas como la propuesta por el gobierno canario que se ofrece a costear la cuarentena si un turista enferma en las islas?

-Está fenomenal porque deja claros los términos. Aquí en Asturias hemos preguntado quién asumiría esa responsabilidad y no te saben dar una respuesta, por eso a lo poco que estamos vendiendo, le añadimos un seguro que cubre estas contingencias, porque somos los responsables finales.

-¿Qué otros problemas se encuentran a la hora de vender? Porque no todo está funcionando.

-Yo ahora llamo a todos los hoteles para 'reconfirmar' y nos ha pasado de llamar a hoteles que están abiertos y cuando llega el cliente se lo encuentra cerrado sin ningún tipo de aviso previo o desvío. Es un problemón. Y eso cuando no vendes un vuelo y te lo cancelan a los tres días. Vender un viaje se ha convertido en un deporte de riesgo, y no quiero pensar en los que lo hacen por su cuenta.

-Binter empieza a operar desde Asturias a Canarias a partir de octubre y sin ayudas. ¿Buenas noticias?

-¡Por fin un rayo de luz! Y, sobre todo, eso, una compañía que viene a hacer negocio, no a que le pague el Principado.

-¿Os sentís desamparados por la ley?

-Totalmente. En junio nos manifestamos en Madrid frente al Congreso para que se modifique la ley de viajes combinados, que está mal hecha desde el principio. Esa ley nos hace a las agencias responsables de toda la ejecución de un viaje. Hasta ahora eran casos muy puntuales, pero con la pandemia nos afectó de lleno. Yo puedo ser responsable de sacar mal un billete o enviar a un hotel equivocado, pero no de un huracán en el Caribe o de que en un hotel te tiren una copa por encima.

-¿Las agencias que superen esto ya podrán con todo?

-Los que sobrevivamos yo creo que sí.

-¿Les llegan ahora clientes que antes contrataban por su cuenta?

-Se vende muy poco como para notar ese nuevo perfil. Sí me gustaría decir que nosotros somos comercio de barrio igual que una frutería o panadería y estamos ahí para solucionar problemas. Y al final tus impuestos se quedan en España y no en plataformas que tributan en Holanda, que no nos quería dar dinero para esta pandemia.