Medio Ambiente anuncia la «inminente» conexión de Saint-Gobain al colector industrial

Cofiño respondía así a una pregunta planteada por la diputada de Ciudadanos, Laura Pérez Macho, que consideró que este proyecto es «un paradigma» de la falta de coordinación entre las administraciones para la puesta en funcionamiento de una infraestructura que «tiene ventajas medioambientales para los asturianos y también para las empresas, que ganan en eficiencia ambiental».

Recordó que la obra terminó en 2011 y seis años después fue cuando se comenzó a buscar soluciones por parte del Gobierno central y el del Principado para la cesión y gestión del colector. «En verano de 2019 se dice a las empresas que pueden comenzar a conectarse y se da un mes a todas menos a ArcelorMittal que tiene tres», apuntó la diputada de Ciudadanos. Y, ante los datos que facilitó el consejero, casi tres años después siguen sin utilizar este sistema dos grandes empresas de la comarca, por eso Pérez Macho insistió en que la gestión no ha sido buena. Para ella, ya antes de 2019 «se debería haber pensado qué necesitaban estas empresas y la administración debería haberlas acompañado en la búsqueda de soluciones, eso es una administración moderna, la que necesitamos para tener una Asturias más competitiva y más verde», dijo.

El consejero y vicepresidente del Principado no compartió la valoración de la diputada de la formación naranja. Defendió que «las empresas están en unos trámites necesarios y la legislación medioambiental es muy garantista». En su opinión, los tiempos transcurridos no son excesivos por lo que «no creo que este sea el ejemplo más paradigmático de los retrasos del a administración para adoptar decisiones, yo quisiera que fueran más rápidos, pero hay que cumplir unos trámites». Concluyó que el proceso de puesta en marcha del colector industrial «va razonablemente bien».

Desde mediados de 2019 han ido incorporando sus aguas residuales al colector que las lleva hasta Maqua las instalaciones de Cogersa, DuPont, ArcelorMittal (acería LDIII, TBC y laminación), Asturiana de Zinc, Alu Ibérica y la última ha sido Deganta, la empresa de Química del Nalón que gestiona la antigua depuradora de baterías de cok para tratar las aguas amoniacales procedentes de sus instalaciones.

El colector industrial nace en una arqueta situada en la rotonda de Tabaza, en el concejo de Carreño. En ese punto se reservan dos conexiones, una para el Consorcio de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa) y otra para DuPont, si bien la multinacional de Tamón no lo está utilizando, usa otra tubería que llega directamente al PEPA.

Aunque entró en funcionamiento hace menos de dos años, ya se ha detectado un problema para asumir las aguas del vertedero. La conexión se calculo hace años y las últimas ampliaciones de las instalaciones de Cogersa evidentemente no se incluyeron, por lo que ahora se están ejecutando obras para dimensionar la tubería a las necesidades del consorcio.

Este primer tramo de colector tiene tres kilómetros y medio de longitud y es el único que funciona por gravedad hasta el tren de bandas en caliente de ArcelorMittal. Desde tren, el colector continúa su trayecto hasta el vial norte del parque empresarial. Las aguas residuales se mueven aquí por impulsión en un tramo de cerca de tres kilómetros. En la arqueta que se sitúa junto a las naves nido de la Cámara de Comercio en El Cruce de Llaranes hay tres incorporaciones, dos para las instalaciones de baterías de cok (una de aguas pluviales y otra de amoniacales que usa ahora Deganta), una tercera para DuPont y una conexión de reserva para una cuarta tubería.

El colector sigue su trayectoria hasta Maqua en dos tramos que suman aproximadamente seis kilómetros y que tienen otro ramal reservado para una futura incorporación del puerto de Avilés en la margen derecha, y otro para Alu Ibérica. Las aguas del colector industrial de la margen derecha rompen carga en un depósito al que también llegan los caudales de la tubería que cruza bajo la ría bombeado desde Asturiana de Zinc y que también recogerá de forma «inminente», según indicó el consejero ayer, los vertidos de Saint-Gobain.

Desde ese depósito las aguas industriales se conducen por gravedad a la zona de conexión de la depuradora de Maqua con el emisario submarino. Con esta infraestructura se calcula que se evita el vertido de unos dieciocho millones de metros cúbicos de aguas industriales a la ría de Avilés.

El consejero de Medio Ambiente también se refirió en su intervención de ayer a la fuerte inversión del Estado en la construcción de la nueva depuradora en Maqua. Recordó que la contratación por 40 millones de euros ya está en marcha.