Marta y María desvelan los secretos del Palacio Valdés

De la mano de Marta y María, personajes protagonistas de la obra homónima de Armando Palacio Valdés, ambientada en la villa, el público pudo conocer las entrañas del odeón avilesino, mientras disfrutaron de escenas de algunas de las funciones que acogieron sus tablas en toda su historia.

Las dos hermanas, coquetas y orgullosas, recibieron al público en la entrada del teatro y les guiaron a través de los pasillos hasta el patio de butacas, donde familias, parejas e incluso grupos de turistas se acomodaron para recibir una clase de historia. Marta y María retrocedieron en el tiempo y le contaron al público los orígenes del Palacio Valdés. «En 1900, la burguesía avilesina quería en su ciudad un teatro a la altura de la villa y se pusieron manos a la obra....».

Pero las hermanas no pudieron continuar mucho con sus historia porque de repente, surgido de entre las sombras, un apuesto joven se subió en el escenario y comenzó a recitar versos a su amada, que lo observaba desde el palco, para asombro de todos.

Eran nada menos que Romeo y Julieta, representados en el Palacio Valdés en infinidad de ocasiones, y por tanto atados al teatro para siempre.

Como ellos, durante la visita fueron apareciendo otros intrusos, notables todos ellos, como el rey Ricardo III, la Carmen Sotillo de Delibes o Rick Blaine e Isa Lund de Casablanca, que interpretaron la famosa escena del «siempre nos quedará París» en la última planta del odeón. Todo un lujo para quienes participan en las visitas, qué duda cabe.

Entre tanto personaje, la comitiva de espectadores fueron siguiendo a Marta y María por el teatro, aprendiendo curiosidades como la historia de sus escaleras o disfrutando de la maestría los suelos de azulejo con un siglo de historia por los que discurrieron ilustres personalidades de otras épocas.

Pero puede que uno de los momentos más emocionantes de las visitas, y no hubo pocos, fuese cuando los participantes tuvieron el honor de subir al escenario. «Ay de mí», pensaría alguno de ellos, como si de un personaje de Shakespeare se tratase, al contemplar por primera vez el anfiteatro en herradura, la bóveda ornamental y los palcos del gallinero en todo su esplendor.

Sobre las tablas tomó la palabra Marta, la hija mayor de don Palacio Valdés, que como si de una escenógrafa se tratase fue detallando a los espectadores los entresijos de un escenario. Así y asá funcionan las poleas y los contrapesos, el ciclorama y el telón. Mucha información que asimilar, sobre todo cuando no se puede dejar de mirar al techo embobado.

En total, poco más de una hora de experiencia teatral en vivo. Que por cierto, es posible gracias a cuatro intérpretes de la compañía avilesina Arte Producciones José Rico Teatro, que son los encargados de guiar a los asistentes y representar escenas de significativas obras teatrales y musicales que pudo disfrutar el público avilesino en los cien años de vida del edificio proyectado por Manuel del Busto.

Los siguientes turnos tendrán lugar los días 2, 3 y 4 de septiembre en dos sesiones de tarde, a las 18 y a las 20 horas. Los grupos tienen un máximo de 30 personas y las entradas están ya a la venta al precio de cinco euros.