Malestar en los negocios de la zona e indignación entre los consumidores

Manuel Villar lleva unos pocos días con su negocio, Fratelli, abierto en José Cueto. Reconoce que, uno de los motivos para seleccionar el local, fue la cercanía de Zara. «Es un varapalo porque es un refuerzo, un motor que atraía a gente». Con todo, advierte de que, consumado el cierre, el reto es lo que sucederá. «Estamos en una zona comercial, con mucha actividad del sector textil. Es malo que se cierre Zara, pero a ver lo que viene».

Rosa Hernández, de La Tribu, también en la calle José Cueto, considera que el cierre tiene una lectura negativa. «Es malo porque trae a gente de otros lugares, no sólo de Avilés. Todo eso genera actividad en todo el comercio de la zona».

Pero también considera que la medida debe servir de aliciente para que los avilesinos «vean lo que supone el comercio urbano, no sólo una gran empresa como Zara, también las pequeñas tiendas. La manera de apoyar al comercio es comprar en él», apuntó.

En el bar Marvi también lamentan el cierre de Zara. «Dinamizaba la zona, su presencia nos beneficiaba a todos. Mucha gente que venía a comprar luego paraban a tomar algo aquí y es algo que se perderá», explicó Andrés González Rodríguez.

Los consumidores también rechazaban el cierre del icono del sector textil. Isabel Alonso Vega terminaba una compra en la cercana zapatería Zoe y era muy gráfica al definirlo como «un horror, estamos retrocediendo comercialmente, volvemos a los años cincuenta». Alonso destacaba la cantidad de gente que acudía al local de la calle José Cueto y toda la vida que se generaba en el centro. «Deberíamos hacer algo, protestar, manifestarnos. Pero me parece que cuando en Inditex se toma una decisión de este tipo no hay vuelta atrás. No puede ser por razones económicas, porque siempre que ibas había colas en las cajas».

Sara Pérez y Puri Díaz Vinjoy se dirigían ayer a Zara cuando atendieron a LA VOZ. «No nos creemos la noticia. Estamos asombradas y rechazamos el cierre». Explicaron que eran clientas habituales y que la medida era «mala para la ciudad y el comercio del centro por el movimiento que se generaba».