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Los fuegos artificiales fueron el cierre perfecto a un acto de palabra, música y paisaje.

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Los fuegos artificiales fueron el cierre perfecto a un acto de palabra, música y paisaje. FOTOS: DIANA BAIZÁN

La luz del faro de San Juan se hace fiesta

Efeméride. El recinto abrió sus puertas por primera vez a los vecinos y celebró con música, poesía y fuegos artificiales los 160 años de su primer encendido

C. DEL RÍO

Viernes, 1 de septiembre 2023, 00:20

El Faro de Avilés (denominación oficial) o el Faro de San Juan (nombre oficioso) conmemoró ayer los 160 años de su primer encendido abriendo las puertas del recinto a los vecinos de Gozón y Avilés que respondieron a una convocatoria de la Autoridad Portuaria y el Espacio Portus atraídos por la fascinación que ejerce lo desconocido en un enclave que, además, brindó unas vistas y una puesta de sol espectacular.

La conmemoración de la efeméride corrió a cargo del trío Naughty Notes, integrado por la pianista Henar Fernández Clavel, Nel Sánchez (violín) y Adriana da Costa (viola), estudiantes del Conservatorio Municipal Julián Orbón, que interpretaron temas de Camila Cabello, de Ennio Morricone y de Manuel de Falla. Con esta banda sonora de fondo, los asistentes al acto inmortalizaban la puesta de sol desde la parte posterior del recinto. Fueron las vistas, con la bocana de la ría en primer plano y las playas de San Juan y Salinas a continuación, las que entusiasmaron en primer lugar al público.

El director del Puerto de Avilés, Ramón Muñoz Calero, fue el encargado de dar la bienvenida al público a un «acto sencillo pero entrañable» en un espacio en el que, según desveló, los trabajadores de la Autoridad Portuaria se reúnen una vez al año. Aclaró, además, que la gestión del faro seguirá siendo directa y no se abrirá a concesiones.

Fue una intervención breve a la que siguió la de Nicolás Alonso, director del Espacio Portus. Él puso contexto histórico a un faro enclavado en terrenos de Gozón en el que «confraternizan todos los ciudadanos del entorno del puerto».

Recordó que tal noche como la de ayer, hace 160 años, se iluminaba la bocana de la ría. Los destellos de la luminaria, de tonalidad rojiza, iluminaban hasta donde alcanzaba la vista.

El hecho de que esté en la parroquia de Laviana, en tierras de Gozón, «no debe ser tomado como elemento de discrepancia sino de suma, la suma de los nombres debe ser tenido como un valor histórico, patrimonial y humano». «¡Cuánto más sentido tiene sumar que no restar! Más donde en los tiempos actuales la polémica es bien recibida por algunos», añadió. En este sentido, ensalzó el valor de los nombres porque «nos hablan de lo que fuimos y de lo que somos, desde distintos puntos de vista» y a continuación detalló y fijó históricamente los de la zona.

Al periodista Giuseppe Montoto le tocó poner voz y sentimiento al poema 'Vengo del Norte', del gozoniego Aurelio González Ovies, que a última hora no se pudo unir a la celebración.

Tan breves fueron estas intervenciones que hubo que esperar unos minutos a que oscureciera para poner el broche lumínico a la noche. Si ya el faro había empezado a iluminar a los navegantes, faltaba que los fuegos artificiales en tan singular promontorio en la Punta del Castillo sellasen una oportunidad única para visitar el faro de San Juan y que algunos comentaban que tendría que repetirse.

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