Avilés ilumina el sentido de la Navidad

La Navidad no tiene edad. Quizás se trata de querer dejarse engatusar por una magia que pretende alegrar los corazones, arrancar sonrisas y toquetear ilusiones, siempre y solo por unos días. La de Avilés arrancó este jueves con el tradicional encendido de las luces que iluminarán las calles y los rostros durante algunas horas cada día hasta que las fiestas terminen.

Los avilesinos disfrutaron durante el encendido que tuvo como telonero a Dani Parrondo que interpretó a ritmo lento el 'Aleluya' y a un trote festivo 'El burrito sabanero'. Hizo que la luz de los móviles danzara a su compás y todos corearon sobre ese burrito que «va camino de Avilés». A ese son también bailó una parte de la corporación municipal, alcaidesa incluida, volcada en la celebración.

No hubo pequeño que no quisiera dar al botón para que se hiciera la luz y la luz se hizo con el toque de muchas manos que lo consiguieron después de algún que otro empujón. La suerte quiso que el botón estuviera de su parte y las luces iluminaron las cientos de miradas que en esos momentos estaban pendientes. Mariví Monteserín deseo una felices fiestas y que se cumplan los deseos de todos los avilesinos.

Después cantó el coro de voces infantiles, muy suaves y dulces, que sonaron contra el techo del cielo, y el cuarteto del Conservatorio Julián Orbón.

La temperatura a última hora de la tarde también quiso ser cómplice para que nada disolviera la solemnidad que impone esa mezcla de música, luces y personas enfrascadas en demostrar que les encanta la Navidad.

Los transeúntes verán las luces con estilo navideño en 85 farolas, 63 arcos y 29 guirnaldas que colgarán de los árboles, repartido todos estos dibujos por unas cincuenta calles y plazas donde también tendrán su espacio los muñecos de gran tamaño y otros adornos, 200 en total.

La ciudad ya está preparada para que disfruten quienes quieran y sean conscientes de que, pese a todo, la Navidad no tiene edad.

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