La lonja de Avilés subastó casi 1,4 millones de kilos de bonito en entre junio y agosto

Las cifras de la costera del año del coronavirus son las segundas mejores de los últimos cinco años, algo por lo que nadie apostaba en este momento de incertidumbre en el que de un día para otro cambian las circunstancias, señalaba ayer el gerente de la sociedad Nueva Rula de Avilés, Ramón Álvarez, recordando por ejemplo que el puerto de Santoña lleva varios días cerrado por la pandemia.

La costera arrancó con fuerza en junio con las mejores cifras del último quinquenio, y el mes de julio también fue bueno con una pesca similar a la del 2019 de récord. Sin embargo, en agosto la subasta de túnidos cayó a 341.000 kilos, algo atribuible al pronto cierre de la pesquería y al cambio en las costumbres migratorias de la especie, que en los últimos años se acerca ya desde junio a la costa y ello provoca que haya un mayor número de embarcaciones pescando. En Avilés entra el bonito pescado a cacea, una forma artesanal que es la que menos kilos permite capturar.

Las cifras de la lonja avilesina en lo que va de año están siendo buenas. Los últimos datos publicados por la Dirección General de Pesca son los del mes de agosto y de nuevo los números vuelven a ser de récord. Se subastaron 1.416.115 kilos (en el conjunto de Asturias fueron 1.742.162). En los cuatro años anteriores la cifra había estado en torno a los 1,2 millones de kilos de pescado vendido.

Lo que sí se ha notado es una bajada en los precios en un mercado actualmente muy inestable por la pandemia, ya que aunque se subastaron 230.000 kilos más el pasado mes que hace un año, en agosto de 2019 el precio final alcanzado había sido de 4,47 millones de euros y ahora la cifra se ha quedado en 3.773.686 euros. Buena parte es achacable a la menor cantidad de bonito subastado, pero también al precio medio que tuvo el mes pasado la merluza, una pesquería siempre muy importante en la cuenta de la rula de Avilés. En agosto se vendieron 362.214 kilos de esta especie a un precio medio de 3,66 euros, cuando un año antes alcanzaba los 4,35 de media. También el bocarte, a la baja por el tamaño que tiene, se vendió el pasado mes a un precio muy inferior al del año pasado. En agosto la media fue de 0,70 euros el kilo y en 2019 había sido de 1,8 euros.

Aún así, los precios tanto del bonito, como de la merluza, como del bocarte en la rula de Avilés fueron ligeramente superiores a los de otras lonjas asturianas en donde el mes no fue tan positivo como en la avilesina. Por ejemplo, en Gijón, la segunda más grande del Principado, en agosto se vendieron 263.000 kilos de pescado frente a los casi 490.000 que se habían subastado en el mismo mes del año pasado.