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Dacal II, en el centro en la segunda fila, durante una concentración con la selección española de boxeo.
Una llamada que hizo historia hace cincuenta años

Una llamada que hizo historia hace cincuenta años

Dacal II era convocado por la selección española de boxeo el día 5 de octubre de 1970

ALBERTO RENDUELES

Sábado, 24 de octubre 2020, 01:00

«Esta llamada de la Federación Española ha colmado todos mis deseos. Llevo mucho tiempo esperando esta oportunidad y ya estaba algo desilusionado, creyendo que no se acordaban de mí. Estoy bien preparado y espero realizar un gran papel. Sé la responsabilidad que tengo al vestir la camiseta española en unos campeonatos de Europa, posiblemente ante gente muy experimentada y veterana. Pero pondré todo el interés y dejaré bien alto el pabellón de España, Avilés y de mi Atlética Avilesina». Estas fueron las primeras palabras de José Enrique Rodríguez Cal 'Dacal II' cuando el 6 de octubre de 1970 confirmaba a LA VOZ DE AVILÉS su primera convocatoria internacional con la selección española de boxeo.

Un día antes, lunes 5 de octubre, la secretaría de la Asociación Atlética Avilesina recibía a última hora la histórica comunicación, que suponía todo un reconocimiento no solo a la progresión del púgil candasín afincado en Avilés, sino también al trabajo y progresión que se había desarrollado en la ciudad a favor del boxeo desde la década de los años 30. La convocatoria no era algo circunstancial, sino que nada menos que debía representar a España en Hungría, con motivo de los Campeonatos de Europa de boxeo aficionados, en categoría junior, que se iban a celebrar en el mes de noviembre.

No había cumplido aún los 19 años, pero Dacal (Candás, 17 de noviembre de 1951) pero tenía por delante suyo un brillante porvenir deportivo. El primer paso ya estaba dado con su convocatoria, que fue continuada con una concentración de púgiles en Madrid previa a la cita europea. De ahí partieron a la ciudad magyar de Miskolc, donde le esperaban los mejores combatientes de peso minimosca menores de 21 años. Su primer combate lo ganó contra el escocés Peter Donnelly y perdió el siguiente con el alemán oriental Bachfeld. El 5 de diciembre de 1970, Dacal II acudió a la localidad francesa de Blois para tener su segunda cita amateur con España, con la que contribuyó al triunfo nacional en el cómputo general de combates.

Enrique había trabajado muy duro para lograr su sueño internacional. A los seis años ya residía en Valliniello con sus padres y hermanos y a los doce trabajaba como pinche de la panadería de los hermanos Guerediaga. Pero su admiración por su hermano Avelino, uno de los púgiles más renombrados de la época en Asturias, y el hecho de ser vecino de un conocido boxeador de la época como era Abel Martínez, les llevó a ambos a introducirse en este deporte. Precisamente Abel les animó a iniciar sus entrenamientos en los centros deportivos del sindicato vertical Educación y Descanso, primero en la calle Ruiz Gómez (donde se ubica la actual sede de la oficina de Información y Turismo de Avilés) y posteriormente en Rivero.

Los primeros combates

No había cumplido aún los catorce años y, con 42 kilos de peso, boxeaba contra Araznabeitia en las fiestas de Cristalería Española, lógicamente con casco protector. El resultado fue de combate nulo, pero para Dacal II suponía la confirmación de su interés por este deporte. Meses después ya se estrenaba en combate con motivo de una reunión de los campeonatos de Asturias celebrados en Gijón, teniendo a De Pedro como rival. El resultado fue de combate nulo, pero meses después le vencería en la localidad de Mieres por abandono del contrincante.

Ricardo Espiñeira, Emilio Valle, Lolo Pantera, Crespo y Rafael Blanco fueron los entrenadores que más le marcaron en sus primeros años en el pugilato y de ellos aprendería a desarrollar sus principales virtudes en el mundo del cuadrilátero. Con ellos alcanzaría, a los dieciséis años, el título de campeón astur-galaico, tras cruzarse con los dos favoritos de la competición, el gijonés Díaz Cela y el gallego Juan Barros. Un título que se repetiría en varias ocasiones durante su etapa junior.

El empeño de Dacal II por superar su listón deportivo le llevó hasta el título nacional senior, hecho que tenía lugar en 1971 en Bilbao y que había intentado en los dos años precedentes en una categoría superior. Allí se adjudicaba la competición de la categoría peso mosca-ligero, tras vencer en la final al catalán Alcaide. La prueba de fuego le llegaría en Santander, con su enfrentamiento con el olímpico Sánchez Escudero, al que también logra derrotar y con ello se le abrían las puertas definitivas de la selección nacional absoluta.

Estos fueron sus comienzos y el abandono definitivo al mundo laboral previo a su vida deportiva en exclusiva, no sin antes pedir la cuenta en la empresa Bilbaína de Montajes, que estaba asentada por entonces en Avilés. A José Enrique Dacal le esperaba una carrera de éxitos ampliamente conocidos tanto en campeonatos nacionales, Juegos del Mediterráneo y Juegos Olímpicos de Munich por todos conocidos, incluidos famosos combates en el recinto de La Exposición, en Las Meanas, y que serán objeto de otro estudio específico. Todo ello con la admiración que todo el deporte avilesino tiene hacia un hombre que a sus casi sesenta y nueve años sigue siendo también un ejemplo en otro deporte como es el atletismo, y por su propia humanidad.

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