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Campa y Monteserín, con Santiso en la estación en abril de 2023. Tras ellos, el Alvia que sirvió para las mediciones.
El largo viaje del Alvia hasta Avilés

El largo viaje del Alvia hasta Avilés

La nueva ruta que vuelve a conectar la ciudad con la capital tras tres décadas se logró tras año y medio de trabajo

Ruth Arias

Avilés

Domingo, 28 de julio 2024, 02:00

Desde este pasado lunes, los avilesinos pueden llegar a Madrid en un tren directo de alta velocidad en algo menos de cuatro horas. El camino hasta poder lograr esa conexión, perdida hace tres décadas, ha sido en cambio bastante más largo y en él el Ayuntamiento con la alcaldesa, Mariví Monteserín a la cabeza, ha tenido que trabajar para convencer a los responsables de Renfe de la oportunidad de esa conexión que en principio no estaba contemplada, con la ayuda de algunos nombres propios que también han tenido su influencia.

Los primeros movimientos se produjeron hace más de año y medio entre el Ayuntamiento, Renfe y el Principado. Comenzaba entonces a vislumbrarse el fin de los innumerables problemas con los que se encontró la obra de la variante de Pajares y la puesta en marcha de la infraestructura y del servicio de alta velocidad parecía suficientemente cercana como para comenzar a plantear las demandas de Avilés.

Al principio hubo reticencias, y el Ayuntamiento se encargó de presentar la ciudad como foco de posibles viajeros y con una actividad tanto empresarial como turística suficiente para justificar un trayecto diario en ambos sentidos. Además, la estación avilesina podría convertirse en el punto de partida de los viajeros del occidente de la región.

Monteserín fue así encontrando apoyos tanto en el Principado, con Alejandro Calvo, consejero de Fomento, y Jorge García, viceconsejero de Infraestructuras y Movilidad, como en Renfe, donde el principal apoyo fue Mariano Santiso, gerente del área norte de viajeros de Renfe. También jugó su papel el asturiano Amador Robles, actual responsable de los trenes turísticos. También tuvo algo que ver la incorporación de Raül Blanco a la presidencia de Renfe en febrero de 2023. El catalán venía de la Secretaría General de Industria con una deuda importante con Avilés: la venta fraudulenta de Alcoa. Sabía que le debía una a la ciudad.

La cosa parecía encarrilada, y en abril del año pasado se produjo un momento significativo que dio esperanzas reales a los responsables municipales. Llegó el primer Alvia a Avilés. Iba vacío de pasajeros y su objetivo era comprobar fehacientemente si era posible que un convoy de esas dimensiones hiciera parada en la villa. Lo presenciaron Santiso, Monteserín y el concejal Manuel Campa, que incluso inmortalizaron el momento.

Aquel primer Alvia se utilizó para medir los andenes, y pocos días después, en una reunión de campaña con la Cámara de Comercio, los socialistas pudieron comprobar que la obra se iba hacer: el responsable de la empresa contratada por Renfe para ello era de uno de los miembros de la entidad cameral avilesina.

Los trabajos se hicieron poco después, en julio del año pasado. Parecía ya entonces claro que la alta velocidad iba a llegar a Avilés, aunque el gobierno local aún no las tenía todas consigo, sobre todo a medida que iban surgiendo nuevos contratiempos: retrasos en la puesta en marcha del servicio, en la entrega de los trenes...

En la primera programación presentada por Renfe no estaba Avilés. «Sabíamos que era imposible», confiesa Campa. Sí estuvo en la segunda, inaugurada el lunes, cuando llegó el primer tren con viajeros desde Madrid. Todo un hito.

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