Lágrimas y emoción para despedirse de Zara: «Avilés no será igual sin vosotras»

Lágrimas, aplausos y emoción despidieron ayer la actividad de la tienda Zara de Avilés en su último día abierta al público. No era para menos. Un 4 de octubre de 1982, el buque insignia de Inditex abría sus instalaciones en Avilés. Era la tienda número 26 de una marca que comenzaba su expansión nacional. Desde entonces, 'la 26' no dejó de crecer.

De forma paralela a la historia de Zara, hace veinticinco años se mudaba desde Doctor Graíño al local que ahora abandonará en José Cueto. En ese traslado, se contrató a la mayor parte de la plantilla que ayer vivía uno de sus días más complicados.

«La procesión va por dentro», comentaba una de las dieciocho empleadas que, como es habitual en la plantilla de Inditex, pedía discreción. La tienda mantuvo su horario comercial como si fuese un día normal.

Celia Fernández, una de las clientas, miraba blusas de temporada por la mañana. «Hoy entré por casualidad. Es una pena que cierren, es un comercio que genera mucha vida para la ciudad», comentaba.

En el interior, se mantenían las colas habituales en las cajas y el equipo se encarga de resolver dudas y ordenar la ropa. La sensación del cierre no rompía la dinámica de un sábado más. En su día más complicado demostraron su profesionalidad.

Aunque el fin de una época facilitaba que accediesen a conversar y expresar su sentimiento. Entre los pesares, la falta de reacción oficial, el silencio de las administraciones por una empresa que atraía a clientes de Pravia, Bajo Nalón, el occidente. «Ni levantaron el teléfono», apuntaban con cierto malestar.

Conforme avanzó la tarde, la sensación de cierre comenzó a pesar. Minutos antes de las ocho, la hora oficial, los clientes comenzaron a hacerse fotografías a la entrada del comercio.

Josefina Galdón fue una de las personas que aprovechó esa última visita para que su acompañante la fotografíase en el vestíbulo, con la persiana empezando a bajar. «Me da mucha pena que se cierre. Su ropa me gusta mucho y solía venir a comprar. También genera mucho movimiento para Avilés», comentó.

Ya con la persiana echada, llegaron familiares y amigos de las trabajadoras. Aprovecharon la mampara de la terraza del Marvi para colocar una pancarta. «La 26. Esta ciudad no será igual sin vosotras. Gracias». Conforme avanza la tarde, aparecieron compañeras de otras tiendas de Inditex en Avilés.

Hasta que comenzaron a salir las trabajadoras. Nada más pisar la calle se disparó un cañón de confeti y sonaron los aplausos. Y también hubo lágrimas, abrazos y saludos. Lorena, la encargada, también aplaudió a su equipo, reconociendo su trabajo, antes de unirse a ellas para una última foto de familia delante del local en el que han trabajado durante los últimos veinticinco años.

Con todo, no será su último día en José Cueto. Mañana lunes tendrán una jornada intensiva para recoger todo el inventario para que sea trasladado a otros comercios de la cadena. A partir del martes, una empresa especializada se encargará de retirar el mobiliario y la decoración de Zara.

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