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Un Javier Mariscal «sin memoria y estropeado», que vive «muy al segundo» y que a los sesenta (hace trece años) descubrió su dislexia, se alineó ayer con la juventud y el impulso de las nuevas generaciones en todas las disciplinas artísticas, en clara oposición con el refrán que dice que cualquier tiempo pasado fue mejor. El artista, dibujante, diseñador gráfico, diseñador de interiores y de muebles, también de estampados para firmas de ropa, autor de 'Cobi' y de películas de animación como 'Rita & Chico' o, la más reciente, 'They shot the piano player', entre otras variantes, guió ayer en el Palacio de Valdecarzana la exposición 'De Valencia al Cairo' y hoy mantendrá un encuentro con escolares en la Casa de la Cultura.
Es consciente de que jóvenes nacidos en el siglo XXI no conocen ni a 'Cobi' ni a él, pero no le preocupa porque es él quien se rinde al empuje, la vitalidad y el talento de esta generación. Ayer lo defendió con convicción, sin dejarse llevar por el amargo cántico de quienes creen que algunas artes se pervierten con el tiempo. «Siempre hay una generación de gente, no solo dibujantes, que está haciendo también teatro, música, cine, maravillosos. Si eres mayor y no tienes muchas conexiones o tienes pereza o no tienes curiosidad, con todo el derecho del mundo, te quedas en tu casa y no te enteras de eso. El declive es el de la persona que ya está mayor», aseguró.
Está convencido de que «siempre hay talento y las nuevas generaciones son mucho mejores» y lo enmarca en un avance general de la sociedad gracias a la lucha de los antepasados que han conseguido la mejoras en materia de bienestar social, laboral e igualdad que se disfrutan ahora y que se puede percibir en la presencia de la mujer en el cómic, algo que no pasaba en sus inicios como dibujante. «Hoy en día se están haciendo cosas maravillosas dentro de lo que es el cómic o la novela gráfica», como 'Hierba', de Keum Suk Gendry-Kim, o 'Robot Dreams', de Sara Varon, citó.
De ahí que tampoco denoste que supuestamente ahora los niños no lean, sencillamente «tienen otros sistemas, otros códigos, otras fuentes de información. Están informadísimos. ¿Que sea mejor o peor? No lo sé, pero desde luego es potentísima la información que tienen. Me parece muy triste que alguien de mi edad piense que vamos a peor. Siempre es lo mismo. Yo no voy a caer en eso».
Exposición en Valdecarzana
En Valdecarzana tuvo ocasión de plantarse frente a sus historietas dibujadas (porque ni cómic ni tebeo le hacen mucha gracia como palabras para definir su trabajo) hace cuatro décadas. «No recuerdo nada. Y ahora, cuando lo veo, digo: ¿Esto lo hice yo? A veces dices: ¡Qué horror! Y otras veces dices: ¡Está muy bien, parece mentira!», confesaba entre las risas de los asistentes a la visita guiada a la exposición 'De Valencia al Cairo', que ha sido la más exitosa de la sala con diez mil visitas en seis meses, y donde aprovechó para adelantar que está trabajando en una «historia larga sobre la vida de una persona que nace en el Big Bang hasta nuestros días», una «una novela gráfica que es muy personal y que la hago yo solo».
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
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