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C. DEL RÍO
avilés.
Domingo, 10 de mayo 2020, 00:39
Las asesorías fiscales y laborales viven su particular estado de alarma con más trabajo y desconcierto que nunca. A una normativa tan densa como cambiante se une el funcionamiento a medio gas de algunos departamentos de la Administración. En definitiva, un caos que resume José ... Martínez Villar, 'Pipo', director gerente de Telenti Asesores.
-¿Qué ha supuesto para las asesorías este estado de alarma?
-Echamos de menos que el Gobierno no esté considerando las clamorosas peticiones de aplazamiento, por ejemplo, de los plazos de presentación de las autoliquidaciones tributarias. En los casos que lo ha hecho ha sido muy tarde.
-¿Cuánto tiempo tienen que dedicar para estar al día de las últimas normas?
-No lo he cuantificado. Pero para que se haga una idea, desde la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo, hemos asistido a la publicación de más de una docena de reales decretos, leyes con trascendencia tributaria, con materia muy densa, además de otras normativas de rango inferior. Hemos tenido que leer e interpretar toda esa normativa, la cual no brilla precisamente por su claridad. En tan solo cuarenta días naturales hemos hecho diez comunicaciones interpretativas de las nuevas normas tributarias.
-¿Quiénes? ¿Con algún resultado?
-Lo hemos hecho la Asociación Española de Asesores Fiscales, el Consejo Superior de Economistas de España, el Registro General de Asesores Fiscales, entre otros. Algunas peticiones han sido aceptadas, pero varias de las más importantes han llegado de forma extemporánea y tienen que ser corregidas ahora por los asesores fiscales. Otras aún no han sido atendidas para su aplicación, como es el caso de la presentación de la Declaración de Renta del año 2019, para la cual se ha abierto el plazo el día 1 de abril, encontrándonos sin libertad de circulación plena para todos los contribuyentes.
-¿Cuál es la principal dificultad que se están encontrando?
-Que a todo este trabajo extra se suma el cotidiano, es decir, declaraciones tributarias, cierres contables del ejercicio 2019, legalización de libros contables, etcétera. Realmente creo que sí existen motivos para que se establezca una prórroga, como se viene solicitando desde muchos estamentos, para la presentación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, llevando su final de plazo hasta el 30 de septiembre, como lo han hecho en la Hacienda Foral de la Diputación Foral de Álava. Pero además pensamos que se debería hacer lo mismo con el Impuesto sobre Sociedades.
-¿Qué plazos de presentación sí se han ampliado?
-Lo que ha ocurrido resulta, cuando menos, pintoresco, sin querer darle otro calificativo. Es sencillo apreciar que han existido intereses recaudatorios. Trataré de no extenderme: el 15 de abril por fin se extiende el plazo de presentación e ingreso de las declaraciones-autoliquidaciones tributarias de los obligados tributarios con volumen de operaciones inferiores a 600.000 en el año 2019 cuyo vencimiento se produzca desde el 15 de abril y hasta el 20 de mayo. Esta norma se publica justo el día en que los asesores fiscales ya tenemos hechas y domiciliadas todas las declaraciones para su pago el 20 de abril.
-¿Y qué ha ocurrido con los pagos fraccionados?
-Para aumentar el desconcierto, el día 22 de abril se publica un Real Decreto donde se establecen normas para el cálculo de los pagos fraccionados en el método de estimación objetiva del IRPF y de la cuota trimestral del régimen simplificado del IVA, así como el primer pago fraccionado del Impuesto sobre Sociedades, todo ello con nueva fórmula de cálculo. Completado el desatino, se hace la enmienda en la página web y la Agencia Tributaria cuelga un comunicado para que podamos llegar a tiempo para el día 20 de mayo, nuevo plazo, viéndose obligadas las empresas a corregir las declaraciones que habían hecho anteriormente.
-Una de las principales preocupaciones de los autónomos, aparte del pago de esta cuota, es el de la renta de sus locales.
-Recientemente el tratamiento de los alquileres de viviendas y de locales de uso distinto al de viviendas ha tenido una regulación especial para todos aquellos que no han alcanzado previamente un acuerdo amistoso entre arrendador y arrendatario. Son aplazamientos en los pagos de las rentas y la posibilidad de utilizar la fianza depositada como pago de las mismas.
-¿Cuáles son las preocupaciones más presentes ahora?
-El área laboral ha sufrido una incidencia tremenda de trabajo por las medidas de gran trascendencia e impacto puestas en marcha como los expedientes de regulación de empleo, las ayudas sociales y las prestaciones por desempleo. Aparte, hay una ingente cantidad de consultas centradas en la reducción de costes laborales o su eliminación, tanto de pymes como de autónomos, las moratorias o aplazamientos de las cuotas de la Seguridad Social, entre otras.
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