Incautado el mayor alijo de heroína del año en Avilés: 12.000 dosis y 10 detenidos

Diez miembros de un clan familiar -seis hombres y cuatro mujeres- del barrio de la Magdalena de Avilés fueron detenidos el pasado 9 de octubre por la Policía Nacional en una macrorredada, en el marco de la 'Operación Bayones', por tráfico de estupefacientes. El pasado viernes, la magistrada de guardia, de acuerdo con el Ministerio Fiscal, decretó la prisión provisional, comunicada y sin fianza de seis de los detenidos. Son tres matrimonios y fueron conducidos de inmediato a la cárcel de Asturias. Los otros arrestados quedaron en libertad, pero deberán comparecer dos veces al mes en el juzgado.

Se da la circunstancia que durante la investigación se observó que el clan familiar se aprovechaba de terceras personas con alguna discapacidad o con necesidades económicas para que llevaran a cabo la función de más riesgo, como es la venta directa de la droga a los consumidores. De hecho, uno de los detenidos en primera instancia fue un hombre con discapacidad, usuario en su día de la Asociación Rey Pelayo, cuya sede se encuentra en el barrio avilesino. Horas después fue puesto en libertad por las fuerzas de seguridad.

La gran operación policial concluye con el mayor alijo de heroína del presente año con 12.000 dosis incautadas. A las que se suman otras 1.000 de cocaína. Dosis que podrían alcanzar la friolera cantidad de 230.000 euros en el mercado ilegal. Además de 392 gramos de heroína y 105 gramos de cocaína, entre los que había 57 'papelinas' de cocaína y 25 de heroína. También se incautaron efectos utilizados para la manipulación y distribución de los estupefacientes; 5.400 euros en metálico procedente del tráfico ilícito, un revólver de fogueo, varias armas blancas, tales como un machete y varias navajas de diferentes tamaños. Y otra cantidad ingente de objetos de diversa índole como televisiones, relojes, perfumes, videoconsolas, etc.

Durante la detención, que se llevó a cabo bajo tutela judicial, la Policía Nacional intervino en la mayoría de portales de las calles Sabino Álvarez Gendín y Luis Bayón y mientras tanto los agentes sacaron a varios vecinos fuera de sus domicilios, que se quedaron en los soportales de la calle custodiados para que no abandonasen el lugar. También se trasladaron unidades caninas, algo habitual en las operaciones en las que se buscan estupefacientes.

El clan familiar investigado tomaba altas medidas para no ser descubiertos. Los narcopisos pretendían ser inexpugnables: puertas de extrema seguridad atrancadas en su parte interior con barras o grandes listones de madera; así como sistemas internos de videovigilancia con el fin de controlar las entradas desde cualquier estancia de la morada. Todo ello dificultaba la identificación plena de sus miembros, sus funciones dentro del grupo y la obtención de medios de prueba, lo que determinó que dicha investigación se prolongara durante muchos meses.

La investigación puso de manifiesto que dicho clan familiar llevaba a cabo la comercialización ilícita de estupefacientes en diferentes viviendas del barrio, con cambios frecuentes de los puntos de distribución y horarios, con la evidente intención de no llamar la atención de los vecinos, ante la masiva afluencia de toxicómanos que acudían a diario al barrio para proveerse de la sustancia que necesitan para satisfacer su adicción.

La organización se estructuraba en varios niveles, con funciones delimitadas: así, mientras unos se dedicaban a la adquisición de la droga y gestión de las ganancias, otros se encargaban del transporte y la ocultación, otros de la preparación de las dosis y otros de la venta directa de los estupefacientes, utilizando para ello varios puntos de venta y diferentes horarios, tanto diurnos como nocturnos.

Seis de los principales traficantes investigados en el operativo policial actual fueron detenidos en otras operaciones antidrogas desarrolladas en los años 2019 y 2020, de lo que se presume que fue la experiencia adquirida la que les impulsó a adoptar las medidas de seguridad citadas anteriormente.

Tras la desarticulación en el mes de junio del presente año de un punto de venta de drogas en el citado barrio de La Magdalena de Avilés, en el que se procedió a la detención de cinco presuntos traficantes y la incautación de droga, dinero en efectivo y una gran cantidad de productos receptados, dichas medidas de seguridad se incrementaron, por lo que los investigadores tuvieron que extremar las precauciones para no ser detectados por los delincuentes y sus colaboradores en la zona.

Igualmente se incautó una ingente cantidad de efectos de productos de diversa índole; entre estos se intervinieron productos de alimentación como aceite, embutidos y otros; de cosmética, principalmente perfumes de alta calidad; pequeño electrodoméstico y menaje de cocina; productos de limpieza del hogar y de higiene personal; relojes y otros, de los que se presume de procedencia ilícita o como resultado del tráfico de drogas, concretamente se destaca: 2 TV de 85 pulgadas, 52 estuches de perfumes, 67 cajas de perfumes, 166 frascos perfumes, todos de lujo o de alta gama; 2 consolas play station 5, 2 mandos de play 5, 1 Nintendo Switch, 1 tablet, 69 botellas de bebidas alcohólicas de alto coste, 16 botes de bonito del cantábrico, 167 litros de aceite en 115 botellas o recipientes,152 botes de suavizante en perlas, 60 botes de detergente, 41 botes de gel de baño, 104 botes de champú, 47 cápsulas para lavadoras de la marca Ariel, 17 botes de mascarillas Pantene, 15 botes de desodorante, 2 juegos de cuchillos, 30 cajas café L'Or, diversos electrodomésticos, dos bolsos, multitud de blisters de jamón de bellota, lomo y chorizo ibérico, diversa joyería, relojería y bisutería…etc. Los efectos recuperados podrían alcanzar en el mercado un valor estimado de unos 45.000 euros.

En dicho dispositivo policial participaron agentes de la Comisaría Local de Avilés, con el apoyo de diferentes Unidades Especiales de la Jefatura superior de Policia de Asturias junto con equipos tácticos de las unidades GOES (Grupos Operativos Especiales de Seguridad).

Los vecinos de la zona llevan tiempo denunciando el 'trapicheo' habitual en este piso y la inseguridad que genera que todos los días vean en la calle y entrar en el portal a numerosas personas con bolsas o cajas en las que presuntamente llevarían objetos robados para cambiar por su dosis de droga. De hecho, fueron muchos los vecinos del barrio que este miércoles presenciaron el operativo desde lejos, angustiados pero «ya acostumbrados» a este tipo de escenas. «Es un barrio tranquilo y casi nunca pasa nada grave, pero que tenga que venir la policía cada poco da muy mala imagen y es por cuatro contados», expresaban algunos vecinos mientras presenciaban los registros policiales.

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