Los productores de hidrógeno alertan en Avilés de la subida del precio y la necesidad de consumidores

A estas alturas ya parece que todo está contado desde que allá por 2008-2010 en una decisión «estratégica y pionera» de ArcelorMittal por la descarbonización y la sostenibilidad, el equipo de I+D+i desarrolló el 'gas hub', un laboratorio integrado en la planta de Gijón que permitió hacer experimentos que el año pasado cristalizaron, gracias a los fondos Next Generation y en colaboración con otras siete empresas, en H2 HUB Asturias. «Empezó el proyecto año pasado y se extenderá hasta año que viene. Había que empezar a investigar cómo integrar el hidrógeno en nuestro proceso industrial», explicó Pedro Prendes Arias, responsable del área de Investigación y Desarrollo Global.

La apuesta, por tanto, continúa sin que los retos hayan cambiado. Los enunció Rafael Cabañeros, director de Desarrollo y Ejecución de Proyectos de Hidrógeno en EDP Renovables y los suscribió el resto. Producir energía con hidrógeno es caro y el precio de producción lugar de bajar, como se esperaba, ha aumentado y falta armonizar la regulación. «El hidrógeno tiene usos relativamente cortos pero necesarios e imprescindibles (...). No es una fuente exclusiva y que valga para todo. Tenemos que tener en cuenta el coste y la eficiencia» porque «no tiene sentido usar hidrógeno en procesos que se puede usar la electricidad. Por ejemplo, en la climatización doméstica», advirtió.

«Si hay electricidad hay que usarla, es la manera primaria de calentar algo, sin embargo (el hidrógeno) lo vemos como solución transitoria», añadió Pedro Prendes.

Tampoco hay que olvidar al consumidor, que dada la dificultad para almacenar este hidrógeno tiene que ser de cercanía.

Y, además, Rafael Cabañeros abrió un melón: la limitación de los electrolizadores chinos en la producción de hidrógeno verde que abarata el proceso. ¿Es el futuro o se debe apostar por la industria europea? «La mala noticia es que en los últimos dos años se ha incrementado el precio de los electrolizadores. Con los alcalinos cuesta 1700 dólares por kW, o sea, que la producción de 100 MWh serían 170 millones de euros y con PEM, 200 millones de euros. Pero viene la competencia china y estos precios bajan a la mitad. Aquí tenemos una disyuntiva. ¿Tenemos que potenciar la industria local europea o traer la china? Es un tema delicado. En la próxima convocatoria del banco de hidrógeno, en marzo, se va a establecer una limitación para percibir la ayuda tu proceso y solo se podrá usar un máximo del 25% de electrólisis con energía china».