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ALEJANDRO L. JAMBRINA
AVILÉS.
Miércoles, 8 de enero 2020, 01:18
Históricamente, Avilés ha dado grandes profesionales ligados a la industria audiovisual. Uno de los referentes internacionales que dio sus primeros pasos en la comarca es Sergio Guardado. Comenzó viendo películas en la Casa de Cultura y en el extinto cine Marta y María. Se formó en los pocos talleres a los que tenía acceso a finales de los noventa y dio el salto a Madrid. Ahora lleva veinte años plasmando sobre el papel ideas tan divertidas que han servido para llevar a la pequeña pantalla series míticas como '7 Vidas', 'Aída' o 'Ahí abajo'. Actualmente trabaja en varios proyectos personales junto a productoras internacionales.
-Reside en Madrid desde hace años pero su infancia la pasó en Avilés.
-Mi familia vivió durante mucho tiempo entre Salinas y Avilés. Mis hermanos y yo nos criamos en Villalegre y estudié en el colegio San Fernando, pero no era muy buen estudiante y repetí EGB. Después empecé la ESO cuando era un sistema educativo experimental, pero lo acabé dejando para hacer cursillos de teatro experimental en la Casa de Cultura. Allí me di cuenta por primera vez de que me gustaba más escribir y leer. Un poco más mayor encontré un curso especializado en cine en Oviedo. Allí fue donde tuve la suerte de conocer a Tom Fernández y a Marc Vigil, que ambos se han convertido en referentes dentro de la industria del cine y las series.
-Entonces, ¿fue en esos cursos donde nació su amor por el cine?
-En realidad mi padre me metió el cine desde pequeño. Todo lo cultural no los metían en vena en casa y en mi caso iba al cine desde muy pequeño con mi pandilla. Ahora están todos cerrados y recuerdo con añoranza y cariño el Canciller, el Almirante, el Marta y María o los Chaplin. También íbamos mucho al videoclub, que ahora ya no existe, y desde luego yo era el más obseso, me grababa todas las pelis y las veía un montón de veces. Eso sí, nunca pensé que me iba a dedicar a ello, pero me marché a Madrid en el 98 y de casualidad comencé a trabajar como actor en un programa de cámaras ocultas.
-La industria habrá cambiado mucho en esta década.
-Bastante. Entonces había muy pocas series, acababa de terminar 'Médico de familia' y estaba empezando 'Periodistas', pero solo había dos productoras. El trabajo de actor me salvó porque pagaban muy bien, trabajaba un par de veces al mes y el resto del tiempo lo dedicaba a escribir y a cultivarme culturalmente.
-Dejó Avilés muy joven.
-La decisión de marcharme a Madrid fue algo natural, principalmente por falta de recursos aquí, algo que se sumó a que yo estaba bastante perdido. Fueron Marc Vigil y mi madre quienes más me animaron y apoyaron a hacerlo.
-¿Cuáles fueron sus referentes?
-Pues lo cierto es que teníamos solo La 2 y Canal +, así que había que buscarse la vida para encontrar material interesante. Mis colegas y yo veíamos 'Doctor en Alaska', 'Twin Peaks', 'Cheers', 'Friends', 'Frasier' o 'Seinfeld', que para mí es la mejor comedia. La Casa de Cultura y las míticas cintas de vhs eran la otra fórmula que nos quedaba. Las productores extranjeras pegaban muy fuerte por aquel entonces ya se empezaban a ver esas producciones cinematográficas dentro de la televisión. En definitiva, había buen material y yo era un obseso de la tele.
-Y entonces llegó a la mítica serie de humor '7 Vidas', que guionizó durante varias temporadas.
-Fue Tom Fernández quien me metió en una prueba y desde el principio me encantó el proyecto porque yo me había visto todas las sitcom que había en aquel momento. Fui la segunda persona contratada para la serie y puedo asegurar que fue una experiencia genial y una escuela de escritura y creación fantástica.
-La serie acabó siendo un éxito, ¿cómo arrancó el proyecto?
-Fue una época increíble y verdaderamente mágica. Teníamos mucho tiempo para pre-producir y llegamos a hacer cuatro capítulos pilotos diferentes. La productora era muy pequeña, ahora es una serie de culto pero entonces los guionistas nos reuníamos en el comedor de los decorados con los actores para trabajar juntos, todo era muy cercano. Tanto los actores, que ahora son estrellas, como nosotros éramos nuevos en esto y no sabíamos cómo se hacía una serie de televisión. Recuerdo anécdotas bonitas como estar en el cumpleaños de Javier Cámara e intercambiarnos cintas de vídeo. Esos años los agradeceré siempre porque aprendí mucho a escribir y a dirigir, hacer una comedia en directo era un reto y tener al publico en las gradas era surrealista. A los dos años me marché de la serie para descansar un poco y luego volví al final para poner en marcha la serie 'Aída', spin off que también fue un éxito.
-¿Al inicio ya se esperaba que fuese una serie de culto como es considerada por muchos ahora?
-Teníamos confianza, pero no había nombres propios y era gente desconocida. Lo que sí había era mucha ambición y paciencia por parte de la productora. Al principio no funcionaba muy bien y tardamos en afianzarnos, acabamos logrando que nos viesen hasta ocho millones de espectadores, una salvajada. Si te soy sincero, desde que llegué pensé que iba a ser la leche, principalmente por Javier Cámara y Amparo Baró.
-¿Ha cambiado mucho la manera de hacer guiones?
-La tecnología ha hecho que las cosas cambien. Internet era muy reducido y si había una discusión por una falta de ortografía tenías que llamar por teléfono a la Real Academia Española de la Lengua. Todo era mucho mas físico y para hacer un guión de cincuenta páginas para 46 minutos de serie nos quedábamos sin dormir toda la noche. Pero disfrutábamos mucho haciéndolo.
-Su carrera ha continuado con gran éxito. ¿En qué trabaja ahora?
-En los últimos años he hecho guiones para series como 'Ahí abajo', 'Con el culo al aire' o 'La familia Mata'. Hoy en día estoy trabajando en un montón de proyectos propios, guiones de series, películas o teatro que estoy negociando llevar a cabo con grandes productoras internacionales. De momento no se puede adelantar mucho más, pero espero que sucedan grandes cosas muy pronto.
-¿Con Avilés en mente?
-Eso siempre. Tengo varios guiones que están basados en Avilés y sus gentes, pero es complicado llevarlos a cabo. Ojalá algún día pueda trabajar aquí y dar a conocer la Villa.
-¿Cuáles han sido sus películas y series favoritas del año que acaba de terminar?
-Es complicado. Me quedo con 'The Boys', 'Watchman', 'Fleabag' y 'Euphoria'. En películas, 'Joker' y 'Parásitos'.
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