Gonzalo Juanes colorea la Sala de Fotografía del Niemeyer

Bajo el título 'Una incierta luz', la Sala de Fotografía del Centro Niemeyer de Avilés estará dedicada hasta el 15 de junio a la obra de Gonzalo Juanes, fotógrafo gijonés fallecido en 2014 a los 91 años que fue pionero a la hora de utilizar el color en los años sesenta, sin que la fotografía fuese su ocupación profesional, aunque se dedicó a ella en cuerpo y alma hasta prácticamente su último día en el hospital.

Coordinada por el comisario Chema Conesa (Murcia, 1952), fotógrafo y periodista de relieve nacional, la muestra incluye más de cien fotografías, que ascienden a doscientas si se tienen en cuenta los vídeos proyectados, con una entrevista incluida. Director de la colección Photobolsillo editada por La Fábrica, conoció el trabajo de Juanes en 2008, cuando «publicamos una monografía suya con textos de José Manuel Navia. Ahí quedé impresionado con su trabajo, me reuní con él y se sembró la semilla de esta exposición de lujo que tenemos ahora en el Niemeyer».

Conesa es un admirador confeso tanto de la obra como de la personalidad de Gonzalo Juanes, un fotógrafo peculiar, pues «no quería ser en ningún caso protagonista. No realizó ninguna publicación ni quiso reconocimientos. Tenía su colección guardada en casa y tuvimos que sacarla», sonríe el comisario. Todo ello en connivencia con su hijo, también Gonzalo Juanes, que estuvo presente en la inauguración dejando patente la misma timidez por la que destacó su padre, aunque una gran amabilidad.

La obra fotográfica de Juanes comenzó en los años cincuenta y no concluyó hasta prácticamente su fallecimiento en 2014. «Se fue al hospital con su cámara y retrató su día a día, incluso en esos momentos. De hecho, cuando cayó enfermo en su última etapa vital, eso también se notó en las imágenes, más melancólicas, solitarias. Empezó a fotografiar objetos abandonados...».

Una de sus obras más aplaudidas se hizo realidad cuando, de manera excepcional, se fue a la calle Serrano en Madrid a sacar fotografías durante dos horas en los años sesenta. Todo un innovador. Al precio de cuatro (general) y tres (reducida) euros, la exposición podrá visitarse de miércoles a domingo de 11 a 14 y de 16 a 19 horas.

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