La Fiscalía imputa un delito de asesinato al acusado por el crimen de Paloma Barreto

El crimen ocurrió sobre las siete de la tarde del 20 de septiembre de 2019 cuando, según el Ministerio Público, el detenido, que se encuentra en prisión provisional desde hace cinco meses, entabló con la víctima.

En el transcurso de la misma, el hombre supuestamente le propinó varias puñaladas en el torso, que afectaron a zonas vitales y le causaron la muerte. El cadáver fue hallado con numerosas puñaladas por la encargada de la limpieza de una vivienda ubicada en el número 62 de la calle La Cámara.

El presunto autor fue detenido en León tres días después del asesinato y, tras pasar a disposición judicial, el 25 de septiembre, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Avilés dictó una orden de prisión provisional comunicada y sin fianza.

Allison Oliveira, como se conoce al detenido, es un joven que se encuentra en España en situación irregular y que, en un principio, negó ser el autor del asesinato de Paloma Barreto e incluso haber visto su cadáver, tal y como había trascendido en un primer momento. También aseguró que él y Paloma no eran pareja y que cada uno tenía una habitación alquilada para citas en el piso de citas de La Cámara en el que se produjo el asesinato.

La brasileña, cuyo cuerpo apareció desnudo, recibió dieciocho puñaladas en el pecho y en las nalgas, al menos, dos de ellas fueron mortales de necesidad: la que le seccionó la aorta y la que le atravesó los pulmones. De nada sirvió que tratara de defenderse de su atacante con mordiscos y arañazos, tal como desveló el análisis de sus uñas. Esta es, a priori, una de las pruebas científicas que inculparía al detenido, que se llevó el cuchillo consigo.

Paloma Barreto y Allison Oliveira se habían conocido tan solo unos meses en Santiago de Compostela. Un amigo, compatriota y compañero de piso de Paloma Barreto que vive en Alicante, ciudad en la que ella tenía fijada su residencia, aportó a la Policía un posible móvil. Sostiene que eran pareja y, según su testimonio, Allison habría estado apenas unas horas antes del crimen en el piso. Él asegura que el imputado buscaba un matrimonio de conveniencia y estaba dispuesto a pagar a quien se prestara a ello, según se desprendería de una conversación de WhatsApp que ambos mantuvieron y que fue incorporada al atestado policial. La asociación asturiana de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales, (Xega) ha reclamado que este crimen se trate como un delito de violencia de género.