«Sois muy abiertos y sociables, nos hemos sentido cómodos»

Cuando se marchen el próximo martes 18 se cumplirá un mes desde que los estudiantes húngaros Gábor Czanka y Korina Ga'briel llegaron al instituto Menéndez Pidal, y la experiencia que está a punto de concluir no puede ser más satisfactoria. Apenas han aprendido unas pocas palabras de español, pero la estancia no ha podido ser más grata. «Sois muy abiertos de mente y sociables, más que en Hungría, y desde el primer día nos hemos sentido bien acogidos», coinciden en señalar.

Cierto es que el inglés de sus compañeros no es del todo bueno y, a veces, les ha costado comunicarse entre ellos, pero la educación obliga a Korina a disculpar esta circunstancia. «Puedo entender que el inglés es difícil para vosotros. Además vuestro inglés (la pronunciación) es un poco diferente al nuestro, pero lo han intentado y eso es de agradecer», apostilla la joven.

Ella ya había estado en España, pero quería «revisitarla» porque le encanta «experimentar, viajar y conocer nuevas culturas». En cambio para él era la primera vez. «Desde que era más joven quería hacer un intercambio, además quiero ser biólogo marino» y Avilés está al lado de mar,algo de lo que carece su localidad natal, Vác. La playa le encantó.

Daniel Sánchez Repullo, jefe de estudios, explica que ser centro Erasmus + te convierte en centro de acogida, de ahí que estos dos alumnos húngaros hayan permanecido un mes en la ciudad sin que haya mediado un intercambio.

Quienes sí han disfrutado de esta modalidad son diez estudiantes de 3º de ESO a 2º de Bachillerato que estuvieron en Kecskemét una semana, del 9 al 16 de febrero. «Fue inolvidable. Lo pasamos muy bien e hicimos nuevos amigos, aunque el idioma fue algo difícil», resume Judith Plaiesanu.

Ellos formaron parte del proyecto 'Creando inclusión. Graficando Aleph, Novelando Ya' (C. I. G. Á. N. Y. o zíngaro, su acrónimo en húngaro) que trata de poner en valor la diversidad en los centros educativos a través de los paralelismos culturales e históricos existentes entre España y Hungría». La financiación corre a cargo de Europa a través del SEPIE, por lo que el intercambio no representa ningún coste económico para el alumnado seleccionado entre el centenar de estudiantes que se presentaron. Fue el equipo docente «bajo criterios objetivos» el que eligió a una decena conforme a su perfil.

Tal como explica el jefe de estudios, decidieron dejar fuera al alumnado de 1º y 2º porque les parecía demasiado pequeño, pero del resto de los cursos seleccionar a personas de distintas clases, de tal forma que también pudieran forjar lazos entre ellos.

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